Jon Durana, el práctico que gobernará la gabarra: “Es un honor”
Es socio del Athletic desde hace 26 años y cuenta las horas para la travesía de los campeones de Copa.
Jon Durana es uno de los aficionados del Athletic más orgullosos y envidiados de Bizkaia. Mañana será el único ajeno al Athletic que se subirá a la gabarra. Es el práctico, un verdadero experto en labores marítimas. Su labor habitual es la de supervisar las maniobras de entrada y salida de los barcos en puerto. Coordina el servicio técnico-náutico, gracias a su conocimiento de la ría, las corrientes y los bajos de ella”. Será el encargado de dirigir las maniobras de la embarcación con la que los rojiblancos remontarán la ría en celebración de su 25º título de Copa del Rey.
Se confiesa rojiblanco y “abonado desde hace 26 años”, por lo que el día será doblemente especial para él. “Era algo que me hacía especial ilusión, yo soy socio del Athletic, así que, hablando con los compañeros, me presenté voluntario. Y me ha tocado ir en la gabarra, con los jugadores y la directiva”, celebra. La comitiva parte a las cuatro y media de un pantalán flotante que hay en el Marítimo del Abra y remonta la ría, aguas arriba, hasta el Ayuntamiento. “El remolque lo hace Remolcadores Ibaizabal, con el asesoramiento técnico-náutico de los prácticos de la corporación de Bilbao, y también lleva dos lanchas de amarradores por popa”, cuenta Durana en Radio Bilbao.
El convoy, por tanto, tendrá en su parte delantera “un remolcador, que se ha traído de Pasaia porque necesitamos que el gálibo sea suficiente para que pueda pasar por debajo de los puentes, y luego dos lanchas de amarradores, que son las que hacen la labor de retención de la gabarra, por si tenemos que reducir la velocidad o maniobrar”.
Y es que hay muchas cosas que tener en cuenta en un evento como este, donde un agente vivo, como es la ría de Bilbao, influye enormemente. “Tiene playas, fango, arena, rocas, etc. Lo que hemos intentado conseguir, organizándolo en un día y a una hora específicos, es minimizar esos riesgos. Por eso lo hacemos justo una hora antes de la marea alta, que es cuando en Bilbao el efecto de la corriente ya es prácticamente nulo a la altura del Ayuntamiento”, nos cuenta.
Jon confiesa tener sentimientos encontrados a escasas horas de subirse a la barcaza. “Para mí es un honor y una suerte, pero también me da respeto por lo que implica el día de mañana para el club, para los jugadores, para la afición y para toda Bizkaia”, señala. “Nunca me he encontrado en una situación así, tan abrumadora. Ayer hicimos la simulación, desde Itsasmuseum hasta las escaleras del Ayuntamiento, y da cosita. No es miedo, pero sí respeto por lo que implica el acontecimiento”, añade.
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