La ‘mano derecha’ de Luis Enrique entrenará a Irak

Jesús Casas volverá a los banquillos. Lo hará, eso sÍ, sin Luis Enrique, y lejos (muy lejos) de las fronteras españolas, donde ha labrado su extenso pero infraconocido currículum. Tal y como avanzaba al filo de la media tarde la televisión nacional del país y ha podido confirmar AS, el que fuera segundo segundo técnico del seleccionador español durante la última Eurocopa está a un paso de convertirse en nuevo entrenador de Irak. De hecho está todo acordado a falta, tan solo, de la pertinente oficialidad. Aunque los medios de comunicacion iraquíes ya lo vestían con la indumentaria oficial.

Conocido por los futboleros acérrimos debido a su trabajo en la sombra, los que sabían de su existencia por el sobrenombre de ‘el segundo de Luis Enrique’ verán como se enrola, a sus 49 años, en su primera aventura profesional de primer nivel. Anteriormente, todos sus puestos pasaron por experiencias en filiales o segundas direcciones. Así pasó en el Cádiz, donde el madrileño permaneció de 2003 a 2005, alternando puestos como entrenador principal del fútbol base, segundo técnico en el ‘B’ o coordinador en el primer equipo.

De allí marchó al emergente proyecto del Eibar de la mano de su amigo Fran Garagarza, donde solo permaneció un año. Como analista de partidos sacó a pasear un talento de que detectó Luis Enrique, entonces técnico del Barça B, por designios del destino. Al asturiano le gusta tanto que lo contrata para trabajar en remoto para el Barcelona desde la zona de Andalucía, como analista y captador de talento joven. Cuando Luis Enrique vuelve a Barcelona tras pasar por Celta o Roma, lo recluta personalmente. Juntos ganarían el triplete. Al igual que Javi Gracia para el Watford, pero, esta vez, como segundo entrenador. Era su primera aventura fuera de España.

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Una salida con incógnitas

Su gran oportunidad le llega el 10 de julio de 2018, cuando llega a la Real Federación Española de Fútbol nombrado segundo entrenador del staff técnico de Luis Enrique. Se mantiene ajeno a la sucesión de vaivenes durante la época de Robert Moreno y la vuelta del asturiano, con quien vive su primer gran trofeo continental, la Eurocopa del coronavirus, en el verano de 2021. Tras rozar la final, anuncia por sorpresa su dimisión siete meses después, en febrero de 2022. “No hubo una gran bronca con Luis Enrique, pero sí un desgaste”, explicó en una charla con AS, en la que todavía se mantienen los interrogantes sobre su salida.

El gusanillo le picaba desde entonces. Reveló que se pasaba las tardes convertido en la sombra de Germán Crespo, entrenador del Lincoln gibraltareño. “Antes de conocer a Luis y al Barça ya intentaba llevar a la práctica en mis equipos ese estilo de tener el balón, ser protagonista, presionar arriba… Lo que ocurre es que no lo llevaba con la exquisitez o con la profundidad debida. Lo que no soy es tonto”, avanza, sobre el estilo que tratará de aplicar a la selección de Irak.

Allí tomará el asiento de Dick Advocaat, que dimitió el pasado mes de noviembre de 2021. De hecho, estuvo a punto de ser protagonista de otro giro del destino y acudir al Mundial de Qatar. Irán, selección entrenada por el portugués Carlos Queiroz, se clasificó para el Mundial por sexta vez en su historia al derrotar en enero pasado a los iraquíes, con Razzaq Farhan, técnico interino a los mandos.