El último adiós a Berlusconi
El funeral tuvo lugar en el Duomo de Milán, donde acudieron miles de personas entre banderas, cánticos y jefes de Estado.
Italia despidió a Silvio Berlusconi esta tarde, en el Duomo de Milán. El funeral de Estado y, sobre todo, el día de luto nacional causaron polémica (“fue inoportuno para una persona divisiva como él”, afirmó la exministra Rosy Bindi), aunque al evento acudieron más de 10.000 personas procedentes de toda Italia. Entre ellas no podían faltar los hinchas del Milan, que acogieron con sus banderas y el cántico “solo hay un presidente” el ataúd del Cavaliere, gracias al que vivieron las mayores alegrías en la historia del club. En la catedral tuvieron sitio personalidades del mundo de la política, los más altos cargos del Estado y varios extranjeros, entre ellos el primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, y el emir de Qatar, Tamim bin Ḥamad Al Thani. No faltaron varios presidentes de la Serie A (Lotito y De Laurentiis, entre otros), actores y presentadores, mientras que Gianni Infantino, presidente de la FIFA, según el ‘Corriere della Sera’ llegó con retraso debido a un problema de su avión, procedente de Miami.
El funeral fue emitido en directo en las televisiones italianas (tanto Rai como Mediaset) y se instalaron dos pantallas gigantes en el exterior del Duomo. El arzobispo de Milán, durante su homilía, recordó a Berlusconi por sus ganas de “vivir y amar la vida”, y un “deseo de alegría que encuentra en Dios su juicio y su cumplimiento: Silvio Berlusconi ha sido un hombre, y ahora encuentra a Dios”. En torno a las 17:30 de la tarde, el féretro regresó a la Villa San Martino, residencia de Berlusconi, que será incinerado entre mañana y pasado en Valenza. Sus cenizas deberían descansar en el mausoleo que hizo construir en la Villa, al lado de las de sus padres y de su hermana.