El Atlético aleja el infierno
El partido contra Botafogo en Los Ángeles se estima a 13 grados menos que el del PSG. El equipo brasileño sí contará con el apoyo de una afición movilizada y que enloqueció en el triunfo ante los franceses.
El Atlético se ha encontrado un Los Ángeles muy cambiado al que dejó en su marcha a Seattle. El equipo rojiblanco aterrizó por primera vez en tierras angelinas el 10 de junio, el día que se instauraba el toque de queda en la ciudad. Protestas contra las políticas migratorias impuestas por Donald Trump, hasta cinco helicópteros sobrevolando toda la noche el downtown (zona centro) donde se encuentra el hotel Conrad, cuartel general colchonero, disturbios en las calles...
Dificultades para descansar, concentrarse y un calor arrollador en el debut. Primando un buen horario en Europa, el Atlético debutó en el Rose Bowl a las 12:00 en horario local contra el PSG (21:00 en la península ibérica). Algo que se repetirá hoy. Pero con una gran diferencia. Los 38 grados y 82% de humedad en Pasadena convirtieron el encuentro ante los de Luis Enrique en un infierno del que se quejaron rojiblancos y parisinos.
“Tenía los dedos de los pies que las uñas me dolían, no podía frenar y arrancar. Es increíble”, reconocía Llorente tras el partido. Simeone evitaba que el calor se convirtiese en excusa, para ambos equipos las mismas circunstancias, pero sí lamentaba el horario. Tras jugar en Seattle a 18 grados, un ambiente totalmente diferente, el partido ante Botafogo no se parecerá al del debut. El 17 de junio, la noche antes de volar a Seattle, Karen Bass, alcaldesa de Los Ángeles, anunciaba que el toque de queda toca a su fin. El día antes la hora de entrar en casa se había retrasado desde las 20 a las 22 (y se mantenía hasta las 6).
La vida nocturna ha vuelto a Los Ángeles. Locales abiertos, largas colas para entrar a discotecas, bares, listas de espera... y el final a los helicópteros, marines y militares. Pero, sobre todo, más allá del descanso liberado de los rojiblancos, el gran factor diferencial contra Botafogo pasa por la reducción drástica de las temperaturas. Aunque el partido se volverá a disputar a las 12:00 en un Rose Bowl totalmente descubierto, se estima una temperatura de 25 grados y una humedad del 42% a la hora del encuentro. 13 grados menos que ante PSG y con una menor sensación de agobio.
Un ambiente mucho más propicio para el fútbol. Aunque la grada tronará en favor de los brasileños. Botafogo, como gran parte de los equipos sudamericanos, ha movilizado a un buen núcleo de sus fans. Y contra el PSG se hicieron sentir (también hubo momentos desagradables con incidentes y peleas entre seguidores de ambos clubes). 80.619 espectadores abarrotaron el Rose Bowl en el debut del Atlético, la mejor cifra del torneo. No se espera unas gradas tan llenas ante Botafogo. Pero sí un gran ambiente... sin un calor tan asfixiante.
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