Desastre del Mbappé presidente
El Caen, club que compró en septiembre, consuma su descenso a la tercera división del fútbol francés. Su gestión, en entredicho.


La primera experiencia de Kylian Mbappé como empresario ha sido un auténtico fiasco. El Caen, el club que adquirió el 25 de septiembre, convirtiéndose en el propietario más joven de la historia del fútbol, consumó hoy tras perder en casa 0-3 ante el Martigues su descenso a la tercera división del fútbol francés, National, en una temporada para olvidar en la que todas las decisiones del entorno del futbolista del Real Madrid, también las suyas, han abocado al equipo normando al ostracismo total, siendo, a comienzos del curso, en agosto, uno de los potenciales candidatos al ascenso a la liga francesa.
Es la crónica de una muerte anunciada, de una concatenación de errores que han llevado al Caen a un descenso que nadie podía imaginar en septiembre, cuando Kylian Mbappé, a través de la sociedad de la que es titular, Interconnected Ventures, formalizó la adquisición de la propiedad de los Vikingos. Desde las primeras jornadas, el club normando ocupó las posiciones de descenso y nunca volvió a salir del infierno. Colista de la Ligue 2, sumido en una crisis institucional y deportiva, fue incapaz de relanzarse en la lucha por la salvación y consumó un descenso que era inevitable por el nivel de la plantilla.
De poco sirvió la visita de Kylian Mbappé, en marzo, tras eliminar al Atlético de Madrid en la Champions, al centro de formación del Caen. Su presencia, totalmente inesperada, no caló en los jugadores, que claudicaron a falta de diez jornadas para el final cuando vieron que la situación era límite y no había cambios a nivel interno. En enero, de hecho, los ultras del conjunto de Normandía, hartos de su gestión, exhibieron una pancarta en el Michel D’Ornano que rezaba “Kylian Mbappé, el Caen no es su juguete”, trasluciendo su descontento contra el capitán de la selección francesa, ausente durante toda la temporada salvo en aquella puntual visita a las instalaciones de los blaugranas.
Una de las decisiones que más controversia suscitó fue la designación, en enero, de Baltazar como entrenador. El portugués, un completo desconocido para Francia, sin experiencia en el fútbol francés, que previamente había dimitido en Polonia debido a su falta de resultados, fue el elegido por la dirección deportiva para suceder a un emblema histórico del club como Nicolas Seube. En el comunicado de su despido, el Caen apenas le dedicó tres líneas, provocando la cólera de los aficionados, que no cesaron en sus protestas, a pesar de no haber abandonado nunca a los futbolistas, en todos los partidos que se disputaron en el Michel D’Ornano.
El trabajo de Baltazar fue tan desastroso que, cuando ya el descenso era una cuestión de días, Mbappé recurrió a los servicios del veterano Michel Der Zakarian para intentar obrar un milagro imposible. El franco-armenio, conocido por su gran trabajo en la liga francesa, sobre todo con el Nantes y el Montpellier, tampoco pudo revertir una situación acuciante y no evitó el trágico descenso del Caen a la tercera división francesa. Un primer borrón para Kylian Mbappé, que ahora actuar con presteza para sentar las bases del equipo que, a priori, tendrá como obligación volver, la próxima temporada, a la Ligue 2 para no sumirse en una crisis histórica.
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