Iñigo Pérez cuelga las botas y va a ser el segundo de Iraola
El centrocampista, de 34 años, terminaba contrato con Osasuna y ha decidido retirarse para emprender una nueva aventura: será el segundo de Iraola en el Rayo, relevando a Unai Mendia.
Iñigo Pérez se despedía el pasado 22 de mayo de Osasuna y de la que fuera su afición durante las cuatro últimas temporadas, con una emotiva carta en la que no dejaba pista alguna de lo que aguardaba su futuro apenas unas semanas después. El centrocampista, de 34 años, no sólo decía adiós al club rojillo, con el que terminaba contrato, sino que lo hacía también con el fútbol en activo. Y es que no se desliga de su pasión, sino que ahora pasará a vivirla de otro lado. Tal y como adelantó El Chiringuito y ha podido confirmar AS, Iñigo Pérez ficha por el Rayo para convertirse en el segundo de Andoni Iraola en el banquillo, relevando a Unai Mendia.
Iñigo y Andoni son ‘viejos’ conocidos. Ambos compartieron vestuario en el Athletic un lustro, el comprendido entre 2009 y 2014. Eso sí, lesiones y cesiones mediante, puesto que el centrocampista hizo las maletas en dos ocasiones para jugar en el Huesca (10-11) y en el Mallorca (13-14). Antes, Iraola ya era el dueño de la banda derecha del primer equipo cuando un jovencísimo Iñigo Pérez daba el salto desde el filial y de la mejor manera posible, con una victoria de los de Caparrós contra el Atlético (1-0).
Ahora, Iñigo formará parte del cuerpo técnico de un Iraola que afronta su tercera temporada al frente del Rayo, con el objetivo de salvar la categoría y asentar al equipo en la élite. Esta vez el camino del míster de Usurbil se separará del de Unai Mendia, quien le había acompañado desde la 19-20, cuando consiguió la permanencia de un Mirandés recién llegado a Segunda, llevándole también a las semifinales de Copa. Una gesta en la que dejó por el camino a Primeras como Celta, Sevilla y Villarreal. Humilde y trabajador, Mendia ha sido fundamental no sólo en aquellos logros de la etapa de Anduva, también en la de Vallecas, con un ascenso, una brillante salvación y otras semis coperas para la historia...