Indignación armera con el colectivo arbitral
El Eibar se siente perjudicado por las “injustas” decisiones que han condicionado sus últimos partidos. En Ceuta, jugó hasta 75’ con un jugador menos.
La expulsión sufrida por Leonardo Buta ha sido la gota que ha colmado el vaso de la paciencia en el Eibar. Los armeros han dicho basta. Ante las últimas polémicas decisiones tomadas en su contra, la entidad guipuzcoana se muestra indignada con la actuación del colectivo arbitral en el último mes y reclamará explicaciones de lo sucedido. El propio técnico, Beñat San José, reflejó el sentir del club nada más acabar el encuentro en el Alfonso Murube. Una rueda de prensa escueta pero cargada de mensaje. “Ha sido una expulsión injusta. Queremos que se nos respete y el club hablará con quien tenga que hablar para aclarar estas situaciones”, señaló el donostiarra haciendo referencia a las últimas polémicas que han sacudido a su equipo.
Roja de VAR
Corría el minuto 15 de partido cuando el lateral Buta alargó su pierna para tratar de neutralizar un cambio de orientación del ceutí Aisar. El trencilla De Ena Wolf, que cumplía su tercer partido en la categoría, no apreció falta en un primer instante, pero tras escuchar a su asistente, decretó la falta y le sancionó con la amarilla. Algo que ya parecía suficiente castigo. Hasta que el máximo responsable del VAR, López Toca, le llamó a revisión. El aragonés acabó comprando el consejo de este y desde ese instante el Eibar pasó a jugar con 10 hombres. Por lo que el cabreo azulgrana, que sigue sin apreciar una plancha evidente en las imágenes mostradas por el monitor, fue mayúsculo.
Así lo apreció el Eibar: “Antes del minuto 15, Buta vio la primera amarilla de la tarde, que tras la revisión del VAR se convirtió en roja directa, dejando al Eibar con un hombre menos en el 17’. El lateral intentó anticiparse a su par e impactó con el lateral de la bota en la tibia del rival, sin intención de hacer daño ni aplicar fuerza desmedida, en una acción sin riesgo de lesión y propia de una disputa de balón en juego. Lo que apenas debía haber sido castigado con tiro libre y una justa cartulina amarilla terminó convertido en una decisión polémica tras la intervención del VAR y el rearbitraje desde la sala. Una decisión incomprensible que condicionó el encuentro”.
Penaltis de diferente criterio
No es la primera ocasión en la que el conjunto armero se siente perjudicado por alguna de las decisiones de López Toca desde la sala de videoarbitraje. Sin ir más lejos, el cántabro también fue el encargado de asistir al colegiado desde Las Rozas en su pasada cita frente al Deportivo. En ese duelo, el santanderino rehusó orientar a Cid Camacho en el penalti que adelantaría al Deportivo. Stoichkov pudo interponerse al despeje de Marco Moreno, pero los armeros entendieron que fue el gaditano quien golpeó al central. Así como tampoco creyó conveniente llamar al árbitro segoviano en una acción donde Bautista fue derribado por el central Dani Barcia.
Dura sanción a Arbilla
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Además de la roja directa mostrada a Buta, el Eibar ya había sufrido una expulsión en las primeras seis jornadas de competición. En El Alcoraz, Arbilla abandonó antes de tiempo el terreno de juego a causa de “sujetar a un adversario por el cuello con su brazo con uso de fuerza excesiva, derribándole, no estando el balón en juego”, según recogía el acta de Muresan Muresan. Al entenderse como una agresión sin balón en juego, el comité de disciplina decidió castigarlo con hasta cuatro partidos. Posteriormente, el Eibar recurriría a la sanción, pero sería desestimada.
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