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REAL SOCIEDAD

Imanol comunicó que quería renovar al final de la temporada pasada

El técnico oriotarra no ha tenido dudas en ningún momento, y en la Real entendían que había que dar continuidad a este proyecto

GRAFCAV2457. SAN SEBASTIÁN (ESPAÑA), 14/11/2022.- El entrenador de la Real Sociedad, Imanol Alguacil, ofrece una conferencia de prensa en el Reale Arena de San Sebastián para anunciar la renovación de su contrato hasta 2025. EFE/Juan Herrero.
Juan HerreroEFE

Imanol Alguacil nunca tuvo dudas. Quería seguir en la Real Sociedad más allá del 30 de junio de 2023, cuando terminaba su anterior vinculación con el club donostiarra. El oriotarra lo tenía tan claro que así se lo comunico al presidente, Jokin Aperribay, y al director deportivo, Roberto Olabe, cuando finalizó la pasada temporada y se sentaron para perfilar las bases de lo que se sería el proyecto de ésta. Pero Imanol nunca pensó que sería su última campaña al frente del primer equipo de la Real. “Imanol se va a agarrar al timón, lo van a tener que echar para que se vaya, o mejor dicho, los resultados lo van a tener que echar”, dijo en una de sus últimas comparecencias del curso pasado, cuando ya se empezaba a hablar de su futuro, antes de conseguir otro éxito con la Real Sociedad, al clasificarle por tercer año consecutivo para jugar en Europa.

En el club donostiarra nunca han tenido duda de la enorme valía que tiene la figura de Imanol en la Real, no solo trabajando en el banquillo del primer equipo, sino dando valor a la cantera de Zubieta, como ha quedado demostrado con los 16 ‘potrillos’ que han debutado de su mano en la primera plantilla al más alto nivel. El oriotarra da todavía más sentido al trabajo que se hace en las categorías inferiores, porque realmente cree en el potencial de Zubieta. No en vano, él ha formado parte de esa labor desde los equipos más pequeños hasta el último eslabón como entrenador del Sanse.

Pero siempre había una especie de espada de Damocles dentro del club que incomodaba un poco a las partes. No por la persona, porque él nunca ha hecho nada como para postularse o querer quitar de en medio a alguien, ha sido un señor, trabajando en su parcela y entendiendo su posición como un señor. Sino por su figura, aglutinadora, de prestigio, experiencia y visión de fútbol. Hablamos de Xabi Alonso. A nadie se le escapa que siempre ha sido un viejo deseo de Aperribay y Olabe verle sentado en el banquillo del primer equipo de la Real Sociedad. Su apuesta por darle el filial tenía un fin muy claro en el futuro. No se pudo dar, porque el Sanse no pudo mantenerse en Segunda y Xabi Alonso no podía aguantar más sin dar el salto a la élite, y bajar de nuevo a la Primera RFEF no lo tenía contemplado dentro de su plan para crecer y conformar su carrera en los banquillos.

Pero es que a Imanol no se le podía quitar del primer equipo, porque todo lo que ha ido consiguiendo, ha sido a pulso, a base de resultados, de éxitos deportivos, que le legitimaba a renovar y mejorar su contrato más allá de 2023. La salida de Xabi Alonso fue recibida en parte con una especie de alivio en algún sector del club, como si se quitaran un peso de encima (aunque bendito peso, claro), porque daba ya vía libre para la deseada por muchos renovación de Imanol, aunque para Aperribay y Olabe fuera un hasta luego porque su deseo con el tolosarra sigue intacto, como quedó demostrado con el “hasta pronto” de su despedida. Pero aquel movimiento puede ser como el primer paso para la renovación de Imanol Alguacil. Conociendo perfectamente lo que pensaba Imanol, Aperribay y Olabe no tenían duda de que había que seguir apostando por el entrenador oriotarra, simplemente porque realmente se lo había ganado. Y como bien señaló el presidente de la Real hace una semana, se reunieron con él en agosto. Y ahí sentaron las bases de un acuerdo que luego se puliría con el representante de Imanol, el ex jugador Ander Ugarte, en quien el oriotarra ha depositado toda su confianza. La dirección de fútbol de la Real entendía que había que dar continuidad y fuerza al actual proyecto, y eso en todo momento ha sido dando galones y manteniendo fuerte a Imanol como técnico del primer equipo.

Pero Imanol también tenía claro que no quería hipotecar al club donostiarra, y en todo momento habló de que se tenía que ganar la renovación con lo que hiciera en el presente curso, como si con lo que ya había hecho no fuera suficiente como para renovar de manera indefinida. “¿La renovación? Yo estoy como los jugadores. Los resultados mandan. Como ellos, me la tengo que ganar”, dijo en el primer día de la pretemporada de esta campaña. Imanol quería realmente ser merecedor de un nuevo contrato y que todo ella gente dentro del club estuviera convencida. Y eso lo ha conseguido con una primera parte de competición soberbia, llevando a la Real a la tercera plaza en Liga y clasificándola directamente como campeón de grupo para octavos de final en la Europa League. No había duda, había que dar el paso, y aprovechar el parón por el Mundial para hacerlo efectivo. Y como todo estaba ya hablado, solo ha habido que firmar y hacerlo oficial. Imanol firma por dos temporadas cuando podía haberlo hecho por más tiempo.

Aperribay le quiere en la Real hasta que termine su nuevo mandato, pero el oriotarra ha preferido no quemar etapas e ir viendo cómo va esa relación, que al final la marcan los resultados y cumplir objetivos, como todo en el fútbol. Pero a día de hoy, si todo va como hasta ahora, Imanol estará en la Real todo el tiempo que quiera. Como ya les transmitió en uno de sus encuentros: “Estaré en la Real siempre quesito gente que manda en el club quiera que me quede, por mi parte nunca va a haber problemas”. De hecho, sigue sin tener cláusula de rescisión, porque no se plantea otra cosa que no sea entrenar a la Real, por mucho que haya recibido interés de clubes ingleses y españoles como el Villarreal, donde por cierto él también jugó.

Sus emolumentos, que el club en ningún caso publica y de lo que al propio Imanol no le gusta nada hablar hasta el punto de considerarlo secundario, no han subido para nada una barbaridad, sino que ha sido de forma lógica, algo que concuerda bastante con su forma de ser. Seguro que poco teniendo en cuenta lo que hay a su alrededor en los banquillos de Primera, y menos de lo que realmente se merece. En el club creen que es una suerte tenerle al mando sobre el césped, y en todo momento le han preguntado para darle todo lo que ha pedido. Entre otras cosas, ha ido ganando peso en las decisiones deportivas, tomando la palabra, no como al principio cuando se dedicaba solo a entrenar. “Yo me dedico a entrenar, a sacar partido de la plantilla que tengo. Eso es cosa de otras personas”, decía cuando llegó al banquillo del primer equipo. La cosa ha cambiado, ha dado un giro radical. Imanol tiene ya el derecho a participar de todas las decisiones deportivas. Imanol se ha ganado estar en la Real hasta que él quiera. Es el patrón de la trainera txuri-urdin.