Hemorragia cortada
Los de José Alberto llegaban a Lezama con tres derrotas consecutivas en su mochila, pero un golazo de Dani Fernández decantó la balanza. Pero el hilo del que tirar para este ‘Alargue’ es otro: Juanca Arana. El canario ejemplifica a la perfección la victoria del Racing ayer contra el Amorebieta. De apretar los dientes y seguir.
Racing y Arana comparten paralelismos a lo largo de todo el partido. Y de la temporada. Cuando no está Arana, como en Pucela o el segundo tiempo contra el Cartagena, el Racing tampoco lo está. Ambos llegaron mermados a Lezama, el canario de la rodilla y el equipo, para colmo, sin Iñigo Vicente (además de Andrés Martín).
Y al poco de comenzar, golpetazo. Unai Bustinza, o sus tacos para ser más exactos, le abrieron una brecha a Juanca, que ensangrentó su camiseta y obligó al doctor Dívar a inventarse el truco del gorro de piscina. Un truco que contuvo la hemorragia del 9 y otro truco, la falta directa de Dani Fernández, que contuvo la hemorragia del Racing. No sé si a Arana le pusieron 3 puntos, pero al Racing en su clasificación puedo asegurar que sí.
No fue el de Valladolid
El fútbol siempre da una segunda oportunidad. Dani Fernández resurgió de las cenizas para hacer, de largo, su mejor partido de la temporada. José Alberto le dio toda la confianza tras el partido en Valladolid, bien es cierto que no está Mantilla, pero más allá del golazo que marcó, estuvo concentrado, intenso y sólido en todos sus duelos.
Fondo del que tirar
La buena versión que creo que ha ofrecido Lago Junior en estos dos últimos partidos es un fichaje más para José Alberto. Eso, y la llegada de Jordi Mboula, le ha abierto un dilema a José Alberto que hasta la fecha no tenía: cinco futbolistas para tres puestos. Iñigo Vicente parece fijo, Lago puede jugar por ambas bandas, Andrés Martín puede rotar en la mediapunta con el pichichi Peque y Mboula ha sido fichado para jugar.
Se había aprendido la lección
Explicó José Alberto en sala de prensa que tuvo dudas de si alinear a Manu Hernando porque dos días antes había estado entrenando (y conviviendo) contra sus rivales de ayer, aunque yo creo que tuvo pocas dudas de si ponerlo o no, básicamente porque llevaba queriéndolo dos años.
El partido del central palentino es de lo que se llama “rendimiento inmediato”. Mientras Baturina mostró signos en Zorrilla de estar fuera de tono y que ayer Mboula no estuviera nada (pero nada de nada) acertado, Manu Hernando pareció como si llevara toda la vida jugando en el Racing.
Primero con Germán y después con Rubén Alves, estuvo bien por arriba, intenso en los duelos y rápido al corte. No dejó un resquicio de duda. Quizás porque se sabía la lección y este libro, el del Amorebieta quiero decir, ya se lo había leído.
