“Has sido y eres un superleón”

Dani Ruiz-Bazán ha acumulado dos homenajes casi consecutivos al cumplirse, el 29 de septiembre, los 50 años de su debut como león. En el partido de Liga contra el Sevilla fue protagonista en el saque de honor, aclamado por casi 50.000 almas y ovacionado hasta por los propios jugadores hispalenses. Y esta tarde en el teatro Campos Elíseos, ha recibido un homenaje más íntimo, con gran parte de la gente que le ha acompañado por esta travesía mágica. Durante las dos horas que ha durado el acto, el mítico 7 ha hecho gala de su desparpajo, su gracejo y su carisma infinito. No era una tarde fácil porque España jugaba ante Serbia, pero ha estado gran parte de la gente con la que le unen lazos eternos. Como Marañón, que influyó en el estreno del rojiblanco con La Roja, ya que una lesión suya dio paso a ese momento. Navarro de Olite y santo y seña de un Espanyol del que también es el máximo goleador vivo, le obsequió con una camiseta perica con el 7 y el nombre de Dani. Y confesó que estuvo cerca de que San Mamés fuera también su casa.

“Todo el mundo sabe que en el campo era aguerrido, fuerte, pero en esta situaciones me vuelvo un cagado. ¡En menudo embolado me has metido!”, se emocionó Dani dirigiéndose a Iñigo Crespo, responsable de la Peña El Txistu, la promotora del acto. Eso sí, pese a su carácter sensiblero, no se le asomó lágrima alguna en ningún instante. Recordó el origen de su historia con el Athletic. A los 13 años, en su Sodupe natal, andaba con un amigo viendo un partido de juveniles, allá, en el campo que tenía una de las porterías junto al cementerio. El entrenador, al que llamaban Botella porque tenía un bar, se quedó sólo con 9 jugadores por diversas circunstancias. Como había visto a aquel chaval jugar al fútbol en el frontón, lo reclutó. Un directivo que trabajaba en la venta de seguros en Zaragoza se inventó que lo quería el equipo maño y el Athletic, tembloroso ante la insinuación, se apresuró a ficharlo. “Firmamos en la servilleta de un bar”, rememora.

Ahí empezó todo. Hasta ahora, a sus 73 años. Debutó ante el Valencia, en Mestalla, por Lasa. Rafa Iriondo dio la alternativa a un chaval que acabó jugando 403 partidos como rojiblanco y marcó 199 tantos, el mayor goleador vivo del club de Bilbao. “Cuando había complicaciones, me sacaba y metía goles”, describe. Al final bajó a Lasa al lateral y puso a Dani de extremo por esa misma banda.

Y eso que Dani confiesa que nunca se sintió titular. “Cuando daba la alineación el míster en la caseta, siempre me temía que no iba a decir mi nombre”. El acto se articuló en cuatro partes. En primer lugar salieron escenario los héroes del 70, los que llegaron a la final de la UEFA ante la Juve. Los Vidal, Jabo Irureta, Garay, Zaldua y Vidal. “Era un egoísta de cojones, la pedía todas, hasta las que no podía rematar. Pero es que los delanteros, si no son egoístas, no son goleadores”, se sinceraba Juan Carlos Vidal.

En un palquito se acomodó el músico y compositor Kepa Junquera. Después se abrió el apartado de los mensajes a través de vídeos. Paco Grande, la voz de tantos partidos en Televisión Española; Santillana; Asensi; Satrustegi; Zamora; Churruca; D’Alessandro; los Salinas... Todos lanzaron elogios. Y Patxi Salinas, con su habitual gracejo, le bromeó desde Salou: “Peque, un honor haber jugado con el gran capitán. Los defensas no ganamos un duro, por eso tenemos que seguir trabajando, y los delanteros, a vivir tirados en el sofá. Dices que tienes casi 200 goles, pero yo creo que cuentas los del Colombino, el Teresa Herrera y ese trofeo con tu nombre en Güeñes”.

Julen Axpe, narrador en DAZN y monologuista, puso la nota cómica y arrancó el jolgorio de la platea. “Dani, con ese nombre de panadero y mira dónde ha llegado. Habría sido más vendible Daniel Yamal, muchos balones de oro”, se reía. El exdelantero iba capeando el temporal sentimental como podía arropado por sus amigos de siempre. “Los futbolistas hablamos chorradas, no damos para más”, se carcajeaba. Después llegó el ciclo de la década de los 80. Subieron al escenario Clemente, Sarabia, Goikoetxea, Elgezabal, De Andrés, Meléndez, Purroy, Gallego, Urkiaga, Endika y Arrien. El exentrenador, fiel a su estilo, fue de lo más socarrón: ”Te hacen un homenaje por los 50 años de tu debut, pero yo me estrené hace 56 y no he tenido nada. Ha metido muchos goles porque los demás curraron para él. En el Teresa Herrera en pretemporada se lesiona y ¿qué le voy a decir?: Trabaja y cuando estés bien, volverás. Nunca se acojonaba”.

Goikoetxea le llamaba “el chicarrón”. “Tuvo una trayectoria que muchos querríamos”, coincidía gran parte de los asistentes. De la Fuente tuvo su mensaje esperado: “Te lo mereces, desde la distancia estoy con vosotros. Mi buen amigo y adorado Dani, me acuerdo cuando íbamos de vacaciones a Marbella. Y de mi debut y el orgullo de ser tu amigo”. Palabra de seleccionador. Iribar no faltó como gran colofón y arroparon a Ruiz-Bazán los expresidentes José Julián Lertxundi y Ana Urquijo. lamikiz se disculpó por estar fuera.

La gala dejó una pequeña cicatriz en el corazón del mito, pues echó de menos la presencia del presidente del Athletic, Jon Uriarte. “Podía haber sido agradable, como hicieron Asensi, Satrustegi y Santillana, y una serie de personas más, porque podía haber hecho una mini grabación de vídeo diciendo ‘enhorabuena’, por ejemplo. Hasta tener un detalle de comprar una placa de esas de segunda mano, que valen 20 euros, que ponga ‘enhorabuena, Dani’. Que el Athletic, que ha sido mi vida desde los doce años, no me regale nada, pues me parece un poco cutre. O estamos perdiendo algo o, como me dice mi mujer, se me va a mí la olla", reflexionó. “Lo eché en falta. Y lo he sentido con pena porque yo siento al Athletic, quiero al Athletic. Yo creo que en el acto hubo una directiva, pero no la conozco ni se dio ella a conocer ni nada”, manifestó.

El evento se cerró con una serie de presentes, de la peña Muller-Dani y de Medina de Pomar, más un dibujo del caricaturista Asier y una foto de Purroy de una amplia colección que atesora en una caja, en la que se ve a ambos y a Camacho en una acción plena de garra en un partido ante el Real Madrid. Cuando agasajó a la leyenda en este más que merecido tributo, le dedicó una frase que resumía el sentir de los 600 devotos del 7 que se acomodaban en el patio de butacas y los pisos superiores: “Has sido y eres un superleón”. Los rugidos esta vez se convirtieron en suspiros de enorme emoción. La luces se apagaron tras una foto de familia en el escenario. Entrañable.

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