Guerra total a la piratería
Las principales ligas de Europa intensifican sus estrategias para luchar contra la piratería en el fútbol, que sigue en ascenso.

La piratería es desde hace años uno de los principales dolores de cabeza de los mandamases del fútbol europeo. Las consecuencias para el bienestar económico de las distintas competiciones es lo suficientemente grande como para que las entidades se hayan marcado el erradicar estas retransmisiones ilegales como uno de sus objetivos prioritarios.
De acuerdo con estimaciones de LaLiga, los clubes españoles pierden entre 600 y 700 millones de euros a causa de la piratería, que devalúa el valor de la competición a la hora de negociar acuerdos televisivos. Es por eso que en España se ha decidido poner la mayor cantidad de recursos posible para combatir este problema; coaliciones como la Asociación para la Creatividad y el Entretenimiento (ACE), en la que participan gigantes como Netflix, Amazon, Apple y DAZN, y los acuerdos de colaboración del equipo Antifraude con empresas como Twitch o Gcore han fortalecido a LaLiga en esta lucha.
La cruzada de LaLiga contra la piratería no es una tarea fácil, teniendo en cuenta que alrededor del 43 por ciento de aficionados confiesa recurrir a páginas pirata para ver partidos. Para conseguirlo, LaLiga ha apostado por un equipo Antifraude conformado por unas cincuenta personas, que tiene como principal arma la War Room, una sala donde los integrantes del equipo se reúnen durante las jornadas de partidos para detectar enlaces piratas.
La piratería no para de crecer y en los últimos 18 meses se han registrado un total de 26,2 millones de retransmisiones ilegales de eventos deportivos, con un aumento del 142 por ciento durante el primer semestre del 2025. No obstante, la vigilancia española está surtiendo efecto; según LaLiga, sus estrategias han permitido reducir en un 60% la piratería entre la primera y la segunda división.
Una lucha global
Lejos de las fronteras españolas, la lucha contra la piratería también es una realidad. En los últimos meses se han asestado varios golpes importantes; el que más, el desmantelamiento de StreamEast -por parte de ACE y los cuerpos de seguridad egipcios-, la página de piratería deportiva más grande del mundo, que registraba una media de 136 millones de visitas mensuales y durante los últimos 15 años ingresó más de 5 millones de euros por publicidad. Pocos días antes cayó otra de las páginas de piratería más conocidas entre los aficionados del fútbol; en Argentina, la policía detuvo al creador de Al Ángulo TV, aunque éste quedaría en libertad pocos días después.
En Inglaterra, la Premier League también ha sido muy dura contra la piratería; de hecho, los ejecutivos de la liga afirman que es este motivo el que les ha permitido conseguir mejores acuerdos televisivos que otras ligas rivales; ergo, han conseguido la diferencia de capacidad económica que hoy se nota en los mercados de fichajes. La Premier se convirtió en el primer organismo deportivo en sumarse la ‘Operación 404’, una iniciativa liderada por el Reino Unido y varios países sudamericanos que tiene como objetivo bloquear sitios web que reproduzcan contenido ilegal. La liga inglesa informó que este proyecto consiguió en septiembre de 2024 bloquear cerca de 700 sitios web de streaming ilegal y 14 aplicaciones, además de ejecutar 30 órdenes de registro y confiscación, y cinco órdenes de detención.
Los Amazon Fire Stick representan aproximadamente la mitad de la piratería en el Reino Unido"
Nick Herm, director de operaciones de Sky Group
Otro de los puntos clave en Inglaterra son los Amazon Fire Stick, que son dispositivos legítimos para ver programas y plataformas -como Netflix, BBC iPlayer o tantas otras-, pero algunos los piratean para ver contenido de forma ilegal. “Es un gran problema aquí. Creemos que representa aproximadamente la mitad de la piratería en el Reino Unido”, ha expresado Nick Herm, director de operaciones de Sky Group, sobre estos aparatos.
Por su parte, la Bundesliga alemana, además de colaborar con DAZN y Sky, se ha sumado a iniciativas como la Sports Rights Owners Coalition y la Audiovisual Anti-Piracy Alliance (AAPA), que aglutinan a ligas, medios y empresas tecnológicas para reforzar la protección de contenidos. Asimismo, tenían planeado destinar una parte importante de los ingresos obtenidos por un acuerdo con un fondo de capital privado a reforzar la lucha contra la piratería, pero dicha operación finalmente no prosperó.
En Italia, la batalla contra la piratería ha llevado a importantes repercusiones legales. La Serie A presentó recientemente el programa de “los que se equivocan pagan”; los consumidores y difusores de este contenido ilegal reciben una multa por parte de la Guardia di Finanza y también se enfrentan a compensaciones a los poseedores de los derechos televisivos (DAZN y Sky). Las operaciones de la Serie A han permitido sancionar a más de 2.500 usuarios desde principios de año.
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La lucha en Francia tiene tintes particulares. Después de varios años con problemas para negociar acuerdos televisivos, la LFP decidió lanzar esta temporada su propia plataforma de streaming para emitir los partidos (Ligue 1+) y el estreno de ésta ha llevado a intensificar la persecución de páginas pirata. Además, en el pasado mes de mayo el Tribunal de Justicia de París dictó sentencia a favor de la LFP en un procedimiento que ha obligado a las VPNs -redes privadas virtuales que suelen ser usadas para acceder a contenido ilegal- a implementar medidas para bloquear los sitios piratas.
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