Facundo Garcés sopesa la opción de recurrir al TAS

No es oficial pero parece que el central argentino sigue viviendo en Vitoria a la espera de la resolución de su caso. El jugador estaba convencido de tener un bisabuelo malayo y por eso aceptó la llamada de la selección asiática para jugar con esos colores desde junio de 2024. Con Argentina, país en el que nació, lo tenía muy complicado.

El Facu debutó contra Vietnam y luego disputó algún encuentro más. No todos los que podía haber jugado ya que, por ejemplo, en la última llamada, se perdió el de Palestina para regresar antes a Vitoria y afrontar los compromisos del Deportivo Alavés. Se había hecho con un sitio en el once y ejercía de mariscal en el eje de la zaga albiazul.

Pero hubo una denuncia en la FIFA contra siete jugadores presuntamente malayos y se descubrió un error en la tramitación de los documentos que se presentaron para jugar contra Vietnam en el clasificatorio de la Copa de Asia. En el caso de Garcés, y según el organismo internacional, ni siquiera se pudo demostrar que el antepasado fuera malayo.

A partir de ahí, se precipitaron los acontecimientos. La FIFA multó a la Federación Malaya de Fútbol y estimó que la pena que han de cumplir los futbolistas es de un año de inactividad. El ente federativo destituyó a su Secretario General pero asumió la sanción sabiendo que podía hacer pocas cosas. Sin embargo, asegura que el bisabuelo de Garcés nació en Malasia y no en Santa Fe, Argentina, como estima la FIFA.

Apelación desestimó el lunes el recurso de Facundo Garcés y dio 21 días al jugador para acudir al TAS. Pero si recurre en Suiza, se la juega ya que la sanción podría ser revocada pero también aumentarse en tiempo. No es cuestión de que te den la razón o te la quiten. Existe la posibilidad de perder el litigio y que la suspensión sea superior al año que ya está cumpliendo desde hace un mes. Se lo tiene que pensar, por lo tanto.

El Alavés lo ha apartado cautelarmente

Lo primero que hizo el club vitoriano fue suspender al jugador. El presidente de la entidad, Alfonso Fernández de Trocóniz, es un reputado abogado y sabe que con estas cosas no se puede jugar. No entrena, está al margen del grupo y ahora habrá que ver si se espera a su regreso o si se negocia una rescisión de contrato. Todavía quedan muchos capítulos en este culebrón.

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