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REAL ZARAGOZA

Gabinete de crisis en el Zaragoza

Sanllehí, gran valedor de Carcedo, está recibiendo presiones externas e internas para que despida al técnico de inmediato, conjuntamente con el director deportivo Torrecilla.

Zaragoza
Makhtar Gueye, entre Sanllehí y Torrecilla.
Tino Gil / Real Zaragoza

Gabinete de crisis y silencio absoluto en el Real Zaragoza. Al menos, de momento. Han pasado casi veinte horas de la derrota en Mendizorroza con más de medio partido con un jugador más y Juan Carlos Carcedo se mantiene oficialmente al frente del equipo aragonés, aunque el director general Raúl Sanllehí, su gran valedor, está recibiendo presiones externas e internas para despedirlo de inmediato, por lo que ahora mismo las dos posibilidades están abiertas.

El Zaragoza ha regresado de madrugada de Vitoria y tiene descanso hasta el lunes por la tarde (17:30 horas), lo que podría entenderse como una maniobra de Sanllehí para ganar tiempo mientras negocia el finiquito de Carcedo y cierra la contratación de su sustituto, pero, según el departamento de comunicación del club, prácticamente renovado tras el cambio de propiedad, las dos jornadas de fiesta estaban previstas de antemano por el propio Carcedo. Y como esta temporada la entidad ya no facilita un plan semanal de entrenamientos, sino que lo hace día a día, caben todo tipo de interpretaciones.

Carcedo, castigado por el juego, los resultados y los cánticos de La Romareda desde hace un mes y medio, presenta una hoja de servicios calamitosa y su despido es ciertamente de manual en un club con el séptimo límite salarial de Segunda División y cuyos nuevos accionistas llevan invertidos ya 25 millones de euros: siete derrotas en quince jornadas, nueve partidos sin marcar un gol -su Zaragoza es el menos realizador de la historia- y con riesgo de acabar la jornada en puntuación de descenso. Sólo Iván Martínez, Lucas Alcaraz y Rubén Baraja, destituidos en pleno otoño, presentan peores números que Carcedo en estos diez años consecutivos del Real Zaragoza en Segunda. Pero Sanllehí, pese a la enemiga declarada de la afición, no ha dejado de defenderlo en público y en privado y su intención anoche era mantenerlo hasta el partido del próximo 19 de noviembre frente al colista Málaga en La Romareda, con la eliminatoria de Copa frente al Diocesano de Cáceres en medio.

Sin embargo, el paso de las horas y las conversaciones cruzadas entre consejeros, asesores y propietarios pueden acabar desembocando en la destitución del preparador riojano antes de este lunes, conjuntamente con la del director deportivo Miguel Torrecilla, este sí sentenciado desde hace diez días por el director general, pese a que hace apenas un mes lo defendía con entusiasmo: “Cada vez estoy más satisfecho de haberle renovado. Su conocimiento de la categoría es excelente y su honestidad y capacidad son altísimas”.

Por su parte, el todavía técnico del Real Zaragoza no contempla su dimisión: “Me veo con fuerza y capacitado. Hay que seguir, levantar el ánimo y pensar ya en la Copa”, dijo entre la sorpresa general en la sala de prensa de Mendizorroza cuando se le preguntó directamente por esta cuestión o por si temía un despido inmediato. Así que no parece que el técnico le vaya a poner las cosas fáciles a Raúl Sanllehí por más que fuera una apuesta directísima del ejecutivo catalán, que lo conocía de su etapa de segundo de Unai Emery en el Arsenal, pese a su inexperiencia en un banquillo profesional.

Además, Sanllehí le firmó un contrato a Carcedo por dos temporadas, a razón de 400.000 euros brutos por año más una suculenta prima de ascenso, la cifra más alta con gran diferencia que ha percibido un entrenador del equipo aragonés en esta década negra en Segunda. Y sus dos ayudantes perciben cada uno 75.000 euros. Es probable que exista alguna cláusula de desenganche, pero aún así son cantidades muy altas en la categoría, a la que habría que sumar los salarios del nuevo cuerpo técnico.