Flick no cede a las presiones: la plantilla se queda sin premio

El anterior entrenador, Xavi Hernández, era muy partidario de premiar a sus jugadores si conseguían cumplir o superar los objetivos. Estaba tan institucionalizado que tenían hasta su propio nombre: se llamaban ‘challenges’ o retos. En cada partido importante, el entrenador proponía una serie de ‘challenges’ antes de empezar el encuentro y si se cumplían, la plantilla era recompensada. El premio más común era un día de más de fiesta, pero se llegó a premiar incluso con cenas y otro tipo de dádivas.

Sin embargo, desde la llegada de Hansi Flick, este tipo de premios han desaparecido del día a día. No hay recompensas ni retos a sumar, el único objetivo es la victoria. En todo caso, la plantilla intentó meter en calzador un ‘challenge’ tras el triunfo en el Bernabéu. Como el que no quiere la cosa, los jugadores empezaron a corear dentro del vestuario, “¡Tres días libres, tres días libres!”. Un miembro del staff recogió el guante y le explicó al técnico alemán que la plantilla estaba pidiendo hacer un día más de fiesta a los dos que ya estaban previstos para la próxima semana (lunes y martes). La respuesta de Flick fue tajante: “No hay tercer día libre”. Pero ahí no quedó la cosa, este domingo, en el entrenamiento, también han vuelto a insinuar la posibilidad de un premio por la goleada en forma de un día más de fiesta, pero la respuesta del entrenador ha sido la misma: “El miércoles todos aquí”.

Eso no quiere decir que Flick no esté satisfecho con el trabajo y rendimiento de sus hombres. El entrenador felicitó uno por uno a todos sus futbolistas tras la exhibición en el Bernabéu. Igual que el presidente Joan Laporta, que esperó en la escalerilla del avión para ir saludando y felicitando uno a uno a todos los miembros de la expedición. La euforia del dirigente blaugrana era indescriptible, repartiendo abrazos a todas partes y mostrando una felicidad exultante.

Los jugadores tampoco podían esconder la alegría del momento, sobre todo los jóvenes, que no pararon de saltar, animar y jalear durante todo el viaje de regreso. Marc Casadó fue uno de los más activos, con cánticos del himno del Barça a toda capela incluido. Y es que los jóvenes eran los que estaban más desatados: muchos disfrutaban de su primera victoria en un Clásico y además lo saboreaban tras una goleada histórica (0-4).

Hasta el último en llegar, el portero polaco Wojciech Szczesny, se contagió de esta euforia, llegando incluso a sacar un vapeador en el vestuario para darle unas cuantas caladas. Una imagen, por cierto, que eliminó rápidamente el FC Barcelona de sus redes sociales.

Y tampoco se quisieron perder la fiesta algunos miembros del grupo británico Coldplay, como el teclista John Buckland, que firmaron las camisetas especiales con las que el equipo jugó contra el Real Madrid como recuerdo para los futbolistas.

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