Ferran Quetglas: el futuro de la portería asoma en ‘La Fábrica’
El balear, internacional Sub-18 con el que el Madrid le ganó la partida a Alemany y el Barça, empieza a destacar en el Juvenil blanco de Arbeloa.
Los campos de Valdebebas suelen ser uno de los escenarios más feroces de competencia para un portero. El Real Madrid acumula jóvenes guardametas con pasado en La Fábrica que nutren actualmente las plantillas de Primera y Segunda División (Fernando Pacheco, David Soria, Diego López, Rubén Yáñez, Luca Zidane, Diego Altube, Alfonso Herrero...). Muchos llegaron gracias a la extensa red de scouts que tiene la entidad repartidos por toda España. El último gran nombre es el de Ferran Quetglas (17 años, Palma de Mallorca). Una apuesta mutua, del Madrid por este joven portero balear y viceversa, porque Ferran rechazó al Barça para ir a Valdebebas, que empieza a rendir frutos.
El cancerbero del División de Honor blanco dirigido por Arbeloa está siendo protagonista en las últimas jornadas, imbatido ante Getafe, Villanovense y la goleada al Atlético (5-0) del miniderbi de la jornada pasada. El exlateral madridista que está dando sus primeros pasos como técnico ha ido acrecentando su confianza en Ferran y el chico le está respondiendo en la temporada crucial de adaptación.
El Madrid contaba con ello. Lo firmó desde el Mallorca como uno de los porteros más prometedores del fútbol español ya como internacional Sub-17 y con el privilegio de haber sido incluso convocado la temporada pasada con el primer equipo insular. Quetglas ha vivido una temporada de adaptación y maduración. No ha sido fácil para él porque tenía por delante a Diego Piñeiro, un guardameta muy asentado en Valdebebas, un año mayor. Precisamente la lesión de aquel ha abierto a Ferran la titularidad en un momento caliente de la temporada.
Por arriba transmite seguridad, ha mostrado el colmillo competitivo que exige el Madrid y ha trasladado solidez. Incluso como para Arbeloa haya decidido darle continuidad. A cuatro titularidades encadenó, ya con Piñeiro recuperado, la misión de defender los tres palos en esa manita al Juvenil rojiblanco de Fernando Torres. Si este fin de semana ganan al Fuenlabrada se completará una temporada de ensueño en el Grupo V de División de Honor. Invictos en los 30 partidos del campeonato.
Con la Copa del Rey Juvenil en el bolsillo, al Madrid le viene ahora una Copa de Campeones en la que Ferran Quetglas puede ser un factor relevante en plena efeméride. El Real Madrid empezó a concretar su incorporación desde el Mallorca hace justo un año. Fue un golpe de mercado cocinado por los técnicos blancos, que se adelantaron a muchos pretendientes, entre ellos el Barcelona, y con mensaje directo hacia el Camp Nou, porque ganaron la partida en el territorio de Mateu Alemany.
De la ‘escoleta’ de Penya Rabal...
Ferran es un chico sencillo que se está adaptando bien a la capital. Vive en la residencia de Valdebebas, donde está sacándose segundo de Bachillerato. Cuentan los que le conocen bien que lleva una vida espartana: entrena por las mañana y tiene clases por las tardes. La disciplina le ha fortalecido y aprovecha siempre que puede para hablar con su gente de Palma.
El fútbol es una afición heredada de su abuelo y de su padre, que lo apuntaron a él y a su hermano -dos años mayor- a la escoleta Penya Rabal con seis años. Ferran empezó como jugador de campo, no era espectacular… pero un día se repitió una de esas acciones azarosas de la vida. El equipo necesitaba portero y decidió ponerse los guantes. Ya no se los quitó, animado por su padre, que le vio algo especial.
El segundo pasó lo dio en el Atlético Baleares, que firmó a los dos hermanos Quetglas… como poco después hizo el RCD Mallorca. Ferran se incorporó al fútbol base bermellón en el Benjamín y su hermano Toni (mediapunta en el filial del Mirandés) arrancó en el Alevín. De momento, Ferran se ha hecho con la portería del Juvenil A madridista del que está llamado a ser un líder natural el curso que viene, cuando por edad su generación (la del 2005) tomará las riendas del equipo insignia de la cantera blanca.