Fe en Bardghji
El sueco de origen sirio ha tenido algún chispazo en sus partidos, pero le ha faltado efectividad. Sevilla pudo ser un punto de inflexión, pero falló con el estoque. Flick y el club quieren darle tiempo.
Más pirotecnia que estadística. Así han sido los primeros meses de Roony Bardghji con el Barça. La apuesta anónima de Deco, que decidió invertir en talento desconocido con el sueco de origen sirio, ha dejado detalles, pero no ha acabado de salir del cascarón. No ha debutado en Champions, víctima de dos partidos de altísimo nivel (Newcastle y PSG), y aún no ha marcado ni asistido en ninguno de los cuatro partidos de Liga que ha jugado. Sevilla pudo ser su punto de inflexión. En el Sánchez Pizjuán dejó una acción de talento en la que se las apañó para quedarse solo ante Vlachodimos. Cuando lo tenía más fácil, un balón perfectamente acomodado a su pierna izquierda, se la tiró a las manos al griego. Pudo ser su primer momento de gloria con el Barça, pero dejó frío a todos.
Flick quiere darle tiempo. Ve cosas en el extremo zurdo, que en los cuatro ratos que ha tenido ha disparado hasta ocho veces, siete de ellas a puerta. Es decir, tiene golpeo. También criterio jugando. Intenta los regates justos (2,5 por partido), Concede pérdidas (6,50 por partido), pero está demostrando cierto criterio en la toma de decisiones (un 90,77% de acierto en el pase). Al cuerpo técnico le gusta que el futbolista no esté precipitando los tiempos ni esté demostrando ansiedad.
Hay fe en Bardghji porque se considera que está en un proceso de aprendizaje. Para empezar, viene de un verano de incertidumbre, en el que no supo hasta el final si podría ser inscrito o no (finalmente lo hizo con ficha del filial). Adaptándose todavía al vestuario azulgrana, en el que Lewandowski y Szczesny hicieron de anfitriones por su manejo del inglés; y conociendo los entresijos de un equipo de super élite y una gran Liga.
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De momento, pasó el filtro de la gira asiática. Antes de la misma, se especuló con la posibilidad de que Bardghji fuera cedido. No fue así. A Flick le gustó lo que vio y, a cuentagotas, le ha ido dando minutos. La lesión de Lamine también afecta de manera indirecta a Bardghji, a que le ha abierto una puerta para jugar minutos; y, sobre todo, la perspectiva de que Flick tendrá que cuidar a su estrella durante la temporada. Esos son los minutos que tiene que aprovechar Roony Bardghji. El club le tiene fe.
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