Exorcismo de salvación
El Málaga se juega la vida en Lugo, el lugar donde empezó su largo calvario de Segunda. Desde ese día, 18-8-2018 no remonta fuera de su estadio. Hace tres años y dos meses que no gana tres partidos seguidos.
Cuando se produjo el descenso de Primera a Segunda en 2017-18 en una indigna temporada el club no supo adaptarse a la nueva realidad y emprendió una confección de plantilla con la seguridad de que solo pasaría un añito en el infierno a base de soberbia, acaudaladas individualidades un presidente dirigiendo el club a través de las redes sociales. La afición, muy triste por un batacazo con el que no contaba, hizo borrón porque confió en el mensaje de ascenso rápido transmitido desde la entidad.
Tras darse a conocer el calendario y saberse que el primer rival sería el Lugo más de uno miró por encima del hombro. Tres puntos sin salir del autobús y un día menos para el retorno con los grandes. La realidad fue otra. El Málaga ganó, pero no se paseó ni mucho menos. Tres puntos ganados con una remontada de última hora que no se valoraron en aquel momento porque no bastaba con ganar. Había que convencer y el Málaga no arrasó como estaba escrito. Ese día más de uno se dio cuenta de que ascender a trote cochinero era incompatible con la dureza de una categoría tan complicada como desconocida para un equipo que venía de 10 años seguidos en la Liga de los Ases. Y pasó lo que pasó. Todo empezó en Lugo.
Progresiva decadencia
El Málaga encadenó por fin dos victorias consecutivas por primera vez desde noviembre de 2021. En aquellas fechas derrotó a Tenerife y Las Palmas. Han pasado 17 meses para que los blanquiazules disfrutan de dos victorias seguidas. Pero no es suficiente para salir del descenso.
Los de Sergio Pellicer necesitan superar otra maldición para seguir acercándose al clavo ardiendo porque no obtiene tres victorias consecutivas desde febrero de 2020. El 9, 16 y 24 del mencionado mes y año vencieron del tirón a Numancia, Cádiz y Racing. Una secuencia que no se ha vuelto a repetir. Han pasado tres años y dos meses,.
Y luego queda la madre de todos los retos. El Málaga no suma cuatro y cinco triunfos seguidos desde 2018-19, el año de su caída a Segunda División. Y esto sucedió dos veces, en las cinco primero jornadas de aquella temporada y en las cinco últimas con Juan Ramón Muñiz y Víctor Sánchez del Amo, respectivamente. Después de la última de estas secuencias el equipo fue eliminado en la promoción de ascenso por el Deportivo. Desde entonces todo fue de mal en peor.
Regreso al Anxo Carro
Tras su bochornoso descenso de Primera en 2017-18 el Málaga inició su calvario en la categoría de plata precisamente en el Anxo Carro. El Lugo estaba dirigido por Javi López y se adelantó pronto en el marcador con un gol de Cristian Herrera a los 6′. El Málaga construido con tanta precipitación como prepotencia para ascender por la vía rápida se enteró en este encuentro que Segunda no es un camino celestial. Pudo remontar con dos goles de Juankar (86′) y Alfred N’Diaye (89′). Desde aquella lejana fecha, 18-8-2018, el Málaga no ha vuelto a dar la vuelta al marcador fuera de La Rosaleda. Han pasado nada menos que cuatro años y ocho meses. ¡Tremendo! Como duro es también el hecho de que el Málaga no remonta en su estadio desde el 4-11-2021 contra la Real Sociedad B (de 0-1 a 2-1).
La cuestión es que el Málaga regresa al campo donde inició su calvario de Segunda y con la necesidad de hacer como los malos estudiantes, dejar todo para el último día. El Málaga ha mejorado sí. ¿Demasiado tarde? Necesita un milagro para salir de paliativos. O un exorcismo para alejar malos espíritus.