Etxeberria no se casa con nadie

Pocos enigmas dan más dolores de cabeza que vaticinar un once del Eibar en la presente campaña. Joseba Etxeberria no es ese tipo de técnico que se encasilla con un once titular. Prefiere manejar plantillas más largas, donde tenga las suficientes alternativas para decidir y poner así a prueba a cada uno de ellos. Sin ir más allá, este curso el ‘Gallo’ ha dado la oportunidad hasta 29 jugadores diferentes entre liga y copa. Cifra que todavía podría aumentar en caso de hacer debutar a las dos últimas incorporaciones: Álex Domínguez y Arnau Comas. Hasta el momento, el ‘Gallo’ parece no haber dado con la tecla. Pues solo ha repetido un once en lo que va de campaña (Cartagena y Huesca).

Esta falta de continuidad es una de las razones por las que el Eibar no compite como en el pasado. A diferencia del año anterior donde cada eibarzale podía recitar de carrerilla el once tipo de Etxeberria, en el presente las rotaciones son una constante. Mismamente, en El Molinón, el técnico elgoibartarra sorprendió revolucionando su esquema con un total de siete cambios. Respecto al duelo frente al Deportivo, tan solo se salvaron de la criba los futbolistas Jonmi, Arambarri, Arbilla y Alkain. Ni pesos pesados dentro de la plantilla como Nolaskoain, Matheus, Cristian o Puertas escaparon de la revuelta. Los cambios introducidos acabaron por dar la razón al preparador azulgrana, que a pesar de jugar casi todo el segundo tiempo en inferioridad, mejoraron sus prestaciones de la última jornada, mientras sometieron por momentos a uno de los conjuntos más capacitados de la categoría.

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No obstante, el ‘Gallo’ tiene sus preferidos. Un total de 11 jugadores sobrepasan las 20 horas de juego, entre los que encabezan Sergio Álvarez (1782′), Puertas (1753′) y Arambarri (1719′). Datos que contrastan con los 444′ de Merquelanz o 580′ de Toni Villa, siendo estas las piezas menos utilizadas a excepción de las altas invernales. Por el momento, ningún jugador tiene un puesto garantizado y, de bajar su nivel dentro del verde, es consciente de que su próximo destino será el banquillo. El míster guipuzcoano ya ha demostrado que no le tiembla la mano para prescindir del que crea oportuno. A problemas, soluciones. La situación del Eibar está lejos de ser la deseada, pero Etxeberria, haciendo gala de su intervencionismo, trata de ponerle remedio con todos sus medios.

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