Esbozos e inconclusiones de la jornada inaugural
Las Palmas le da continuidad al juego del año pasado en la primera fecha de la liga. Álvaro Jiménez y Viera se entendieron. Faltó mordiente en ataque
El contexto importa: primer partido de liga, a más de quince días hasta el cierre el mercado, con problemas irresolutos con la inscripción de jugadores a causa del límite salarial superado, ausencias notables en el césped junto al fichaje estrella de la temporada en precavido barbecho futbolístico y un estado físico de inicio de curso.
Todo esto bloquea cualquier conclusión o proyección a medio plazo. Y es que tanto las circunstancias como la altura de la competición quitan valor y trascendencia a lo vivido ayer en el Gran Canaria. Además con el sprint del curso pasado fresco en la memoria en el que un tropiezo significaba despedirse de la promoción este primer partido se afronta desde la relatividad.
Pero si de algo sirve esta primera jornada es para constatar que le faltan remates finales —a la plantilla y al juego—. Pero también para observar cómo se va esbozando la temporada con una fundamentación similar a la pasada. Control de pelota y buscar la recuperación rápida porque en caso contrario los rivales castigarán a la contra. Ayer no pasaron muchos apuros en defensa pero fueron los suficientes para que los zaragocistas pudieran llevarse el partido.
Además se dibuja una interesante relación entre Álvaro Jiménez con Jonathan Viera, único en inquietar desde dentro del área a Christian Álvarez. También se pudo ver a Curbelo que, a pesar de sufrir con Narváez, cuajó una buena actuación en su línea del año pasado --incluso pudo hacer el 1-0 en los instantes finales desde fuera del área—. Además comprobar que Enzo Loiodice puede y debe ocupar el vacío temporal de Kirian. Poco se podrá trasladar a la temporada de Moleiro quien se batió en defensa más que en ataque.
Por otra parte, las bajas y el punto de forma distorsionan lo que puede impactar el banquillo en el encuentro. Porque ayer poco pudieron aportar a García Pimienta los jugadores en fase ofensiva que saltaron durante el encuentro desde el banco, algo que necesitará el técnico barcelonés a lo largo de la liga. Suplemento de pólvora cuando se acabe la que haya en el campo.