En Segunda nadie falla más penaltis que el Racing
Ha marcado solo cuatro de los nueve que ha lanzado. El Málaga, que solo ha tirado tres y marcado uno es el único que le supera en el porcentaje de errores
El Racing es una máquina de fallar penaltis. Y es una máquina, además, de equivocarse desde los once metros en partidos ajustados en los que esa ocasión de gol hubiera podido ser determinante en el marcador. El equipo de El Sardinero ha tirado nueve penaltis, tantos como los que más, Levante y Tenerife, pero ha fallado cinco: Íñigo Vicente (Racing 1- Ponferradina 1), Sekou Gassama (Racing 0 - Burgos 1), Jorge Pombo (Racing 0 - Levante 1), Jorge Pombo (Burgos 2- Racing 1) e Íñigo Vicente (Mirandés 1 - Racing 1). Aunque hacer la conversión a puntos en función del marcador final, dando por convertido el penalti en gol, es un ejercico baladí, es facíl suponer lo que hubiera representado en la clasificación si los santanderinos hubieran tenido un acierto similar a la media de los equipos de la categoría y hubieran marcado dos o tres penaltis de los cinco que marraron.
Si los penaltis fallados fueron todos con el marcador apretado, dos de los cuatro marcados apenas tuvieron incidencia en el reparto de puntos: Íñigo Vicente (Racing 4 - Albacete 1) y Peque (Zaragoza 4 - Racing 1). Los otros dos si que salvaron para los racinguistas un punto con cada lanzamiento de pena máxima: Jorge Pombo (Las Palmas 1 - Racing 1) y Jorge Pombo (Racing 1 - Huesca 1).
Equipo | Fallados | Tirados | % de error |
---|---|---|---|
Racing | 5 | 9 | 55% |
Villarreal B | 3 | 9 | 33% |
Málaga | 2 | 3 | 66% |
Ibiza | 2 | 6 | 33% |
Real Zaragoza | 1 | 2 | 50% |
Leganés, Burgos, Albacete y Alavés | 1 | 5 | 20% |
Las Palmas, Cartagena y Eibar | 1 | 6 | 16% |
Oviedo | 1 | 7 | 14% |
Granada | 1 | 8 | 12% |
Tenerife y Levante | 1 | 9 | 11% |
Andorra y Mirandés | 0 | 4 | 0% |
Huesca, Lugo y Ponferradina | 0 | 3 | 0% |
Sporting | 0 | 1 | 0% |
Y los reiterados errores racinguistas desde los once metros no se producen por no entrenar esa suerte, especialmente en los últimos tiempos. Antes, tanto como con Guillermo Fernández Romo como con José Alberto, se practicaban los lanzamientos desde el punto de penalti ocasionalmente y casi a voluntad de los lanzadores, pero desde que Jorge Pombo falló el cuarto penalti el 1 de abril en Burgos, casi lo último que hace la plantilla en el último entrenamiento previo al partido es pasar un casting de lanzador de penaltis. Casi una decena de futbolistas lanzan cada uno tres veces desde los once metros ante la atenta mirada de todo el cuerpo técnico que capitanéa José Alberto. Está claro que no garantiza el éxito.