Elena Fort aprende la lección

Lejos queda ya la Elena Fort desatada y contundente en sus declaraciones. La vicepresidenta del área social, que fue capaz hace dos años de asegurar que el nuevo Camp Nou estaría a punto “en noviembre del 2024 salvo hecatombe” -refiriéndose específicamente a hecatombe a una pandemia o algo similar-, ha cambiado radicalmente el relato y su discurso. De hecho, este mismo martes ni tan siquiera se atrevió a asegurar que el partido del próximo 21 de septiembre ante el Getafe se pueda jugar en el Camp Nou. Un cambio drástico, que deja bien claro los problemas intrínsecos que ha tenido esta faraónica obra, que lleva ya casi un año de retraso, y que apunta que podría alargarse un poco más, si los técnicos del Ajuntament de Barcelona no son magnánimos.

Fort, en unas declaraciones a ‘Catalunya Ràdio’ y ‘Rac1′, reconocía que el club no había podido entregarla documentación a tiempo, “pese a que hemos estado trabajando con el Ajuntament codo con codo”. Asimismo, lamentaba los problemas que ha podido suscitar entre los socios no saber dónde se jugaría este domingo el partido contra el Valencia, “no ha sido una situación habitual”.

Fort insistió que tanto el club como el Consistorio priorizan “la seguridad”, por lo que no se ha podido tramitar con éxito toda la tramitación. Eso sí, espera concretarlo en los próximos días, si bien no asegura que el próximo partido en casa se juegue en el Camp Nou: “Esperamos tener la autorización, pero no lo puedo asegurar”.

Fort, que asumió haber pecado de “un exceso de optimismo” -el propio Joan Laporta se unió a esta fiebre, con su anuncio oficial del regreso al Camp Nou para el 10 de agosto, coincidiendo con el torneo Joan Gamper-, explica que se están estudiando y valorando varios escenarios en el caso que no puede abrirse todavía el Camp Nou, pero en ningún caso la posibilidad de compatibiliza Montjuïc en LaLiga y el Camp Nou en la Champions.

De hecho, la vicepresidenta recordó que el alquiler del Estadi Olímpic se prorrogó hasta el mes de febrero, pero insistiendo que el 1 de octubre se quiere tener todo preparado para albergar el partido contra el PSG en el nuevo campo, si bien con un aforo limitado a 27.000 aficionados.

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