El TJUE fallará sobre el caso Superliga tras el Mundial

El ‘caso Superliga’ ha quedado visto para sentencia tras ser analizado por el plenario del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE). Su Abogado General emitirá el 15 de diciembre un primer dictamen jurídico, no vinculante, antes de que llegue el fallo definitivo, probablemente en el primer trimestre de 2023. Básicamente el asunto se reduce a definir si la UEFA goza de un monopolio, fórmula prohibida en todos los ámbitos y en todo el territorio comunitario, con el fútbol profesional de Europa.

Tras escuchar a las partes en litigio y recibir los informes de los países de la Unión Europea (UE), sólo falta que los 15 jueces del TJUE tomen una decisión que deberá ser aplicada en todos los países de la UE. En general, los gobiernos europeos se muestran contrarios a la Superliga, aunque países del peso de Alemania han dicho que únicamente habría que vigilar que no se trate de una competición cerrada ya que es ilegal impedir la creación de nuevas competiciones.

Pero mientras que los gobiernos han tomado postura por la UEFA, los servicios legales de la UE advierten que “es necesario cumplir las normas de la competencia” y se muestran cautos con respecto a la decisión que pueda tomar el TJUE. El motivo de su cautela es que hay jurisprudencia a favor de la Superliga. En 2017, la Comisión Europea estimó que las reglas de la Unión Internacional de Patinaje (UIP), el equivalente a la UEFA en ese deporte, eran incompatibles con el derecho de la competencia porque prohibían que los deportistas participasen libremente en competiciones de patinaje organizadas por terceros. El TJUE ratificó el dictamen de Bruselas después del recurso presentado por la UIP.

El argumento legal de la Superliga es fuerte, pero la UEFA contraataca con el carácter cerrado y exclusivista de la nueva competición. En este sentido, la Superliga ya ha anunciado que en su modelo habrá ascensos y descensos y que respetará las competiciones tanto nacionales como internacionales. “Hay mucha confusión y mucha contaminación sobre lo que es la Superliga. No pretendemos acabar con nada ni con nadie, simplemente queremos una competición mejor y más emocionante que además genere más ingresos y que esos ingresos repercutan en los clubes europeos y no en la UEFA, que es juez y parte”, dijeron a este periódico fuentes de la Superliga.

Para la UEFA, sin embargo, el único objetivo de los clubes promotores del nuevo torneo, entre los que están el Real Madrid y el Barcelona, es “repartirse el pastel entre ellos solos”. “Los aficionados de toda Europa se manifestaron en contra de este proyecto porque les gusta la Champions y quieren que los méritos para disputarla se ganen sobre el campo”, rebatieron desde la UEFA.