El Sardinero, un templo casi maldito para el Córdoba

El Córdoba acude a un escenario que históricamente se le ha dado mal, salvo en sus dos últimas visitas en las que acabó con una sonrisa. Concretamente, en el último encuentro que dirimieron ambos conjuntos, el cuadro blanquiverde, adiestrado por Rafael Berges, venció por 1-3 y se ilusionó con la posibilidad de pelear por el ascenso a Primera División en la temporada 12-13. Es el único triunfo blanquiverde en territorio cántabro.

Esa contienda tuvo lugar en vigésimo tercera jornada de Liga y el cuadro cordobesista asaltaba con esos tres puntos la zona de promoción y se situaba a dos del ascenso directo a Segunda División. De paso, rompía el hito histórico de ganar en El Sardinero, algo que no consiguió en las cuatro visitas anteriores de Segunda División, la liguilla de ascenso a la división de plata y en los tres partidos de Copa de España.

Concretamente, ese día el Córdoba se tuvo que reponer de un gol inicial del Racing por mediación de Gullón en el minuto 17 para remontar gracias a las aportaciones de Abel Gómez, Pedro Sánchez y López Silva, quien puso la sentencia en las postrimerías del encuentro. Al final de esa temporada, el Córdoba terminó desconectado y el Racing cayó al pozo de Segunda B.

Incluso, se podría decir que hubo una derrota muy dulce en El Sardinero para los intereses del Córdoba en la campaña 10-11. En la ronda de 32 mejores de la Copa del Rey, el cuadro blanquiverde entrenado por Lucas Alcaraz se enfrentaba a un Racing con el rango de Primera División. El Córdoba sorprendió en la ida por 2-0, lo que obligaba al Racing de Santander remontar en el encuentro de vuelta. Al final de los 90 minutos, el Racing forzaba la prórroga con un 2-0 gracias a los goles de Iván Bolado y Kenndedy. Y, en el tiempo extra, Edu Bedia volteaba la eliminatoria antes de llegar al descanso. Pero en los últimos instantes Javi Flores, con un disparo a la salida de un córner provocaba un penalti que daba en la mano de un defensor. Delgado Ferreiro lo pitó y Jorge Luque, con toda la frialdad, superó a Mario para poner el gol que clasificaba a los blanquiverdes en función al valor doble de los goles en campo contrario. Quedó para el recuerdo una imagen de Lucas Alcaraz, con muletas en la banda tras una intervención quirúrgica, en mitad de un chaparrón que arreció en la capital cántabra ese 9 de noviembre. El Córdoba, en la siguiente ronda, fue apeado por el Deportivo, si bien ese recuerdo aún persiste entre los aficionados.

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Por lo demás, los duelos entre verdiblancos y blanquiverdes siempre tuvieron un desenlace propicio para los titulares de El Sardinero más allá de dos empates en 1971 y 1975 en Segunda. Con todo, El Sardinero es un templo casi maldito para el Córdoba.

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