El Reale Arena tiene la llave de la gloria
En las dos próximas semanas, la Real Sociedad se jugará delante de su afición el pase a la final de Copa y eliminar al PSG en la Champions.
El estadio de Anoeta, ahora conocido como Reale Arena por los rigores del famoso naming de los campos de fútbol tan de moda en la actualidad, tiene la llave de la gloria para la Real Sociedad. El equipo txuri-urdin se juega el futuro de esta temporada en su casa, delante de su afición, y eso es seguramente su mejor aval para creer que puede conseguir cumplir los importantes y complicados retos que se le presentan. Ese simple hecho, que no es algo menor, permite al entorno realista confiar un poco más en su equipo.
Y es que… ¿a quien no le gustaría jugarse la clasificación en dos torneos de primer nivel teniendo que disputar el partido de vuelta en su estadio? La Real Sociedad ha tenido la fortuna de estar en esa tesitura, y con eliminatorias abiertas, en las que puede pasar de todo, también algo negativo. Pero con el apoyo de su gente se espera que todo pueda ser algo más factible. Los donostiarras reciben al Real Mallorca el 27 de febrero en la vuelta de la semifinal de la Copa del Rey, con 0-0 en el partido de ida en Son Moix. Y después, el 5 de marzo visita el Reale Arena el París Saint Germain en la vuelta de los octavos de final de la Champions League, con la eliminatoria más complicada al ir por detrás en el marcador tras perder 2-0 en la ida del Parque de los Príncipes.
Dos fechas marcadas en rojo en las que el Reale Arena y la afición de la Real Sociedad tienen mucho que decir. El cuadro de Imanol Alguacil espera que sus seguidores, y ese ambiente especial que han conseguido generar en las gradas, les puedan dar el impulso necesario para conseguir superar tanto al Mallorca como al PSG, que les insufle ese extra de energía que necesitarán para ganar dos choques tan complicados como tensos e intensos. Se puede decir que lo tienen su mano gracias a este hecho tan importante y que confían en poder aprovechar.
Desde que se quitaron las pistas de atletismo y Anoeta dejó de ser un estadio para ser un campo de fútbol con todas las de la ley, el Reale Arena se ha convertido en un fortín para la Real Sociedad. Esta temporada, sin ir más lejos, solamente ha perdido dos partidos de los quince que ha disputado en su feudo, contra el Barcelona y Osasuna en Liga. Y en la Champions, por ejemplo, no ha sido capaz de ganarle nadie, y han pasado por allí equipos de la entidad del Inter de Milán y el Benfica, que cayó goleado. Son datos a tener en cuenta si hablamos de que se lo va a jugar todo en casa en las dos próximas semanas.
La Real se siente fuerte en el Reale Arena, y sobre todo tiene ganas de volver a jugar con su gente. Porque de los últimos 18 partidos que han jugado los de Imanol, 14 han sido lejos de San Sebastián. El calendario ha sido caprichoso y excesivamente exigente con los txuri-urdin en este momento de la temporada. La afición realista tiene ganas de su Real y espera con ansia esos dos duelos, y hasta el de este viernes contra el Villarreal. Quiere ver en su estadio a su equipo, disfrutar y anima a sus jugadores, que sientan que están cerca de ellos.
La realista es una afición muy fiel, que desde que se reformó el estadio ha conseguido convertirlo en una especie de caldera. Esta temporada la media de asistencia al Reale Arena está siendo de alrededor de 33..000 espectadores para una capacidad de 39.500 asientos. La afición txuri-urdin responde, y más lo hará en esas dos citas tan trascendentales como lo son las visitas del Mallorca y el PSG. Porque saben que no será fácil superar la tela de araña que pondrá el Vasco Aguirre en Donostia. Y son muy conscientes de que remontar al equipo de Mbappé es una misión casi imposible en la que ellos desde la grada presionando y animando tendrán mucho que decir.
En la Real ya están preparando diferentes iniciativas para ambos partidos para generar la atmósfera de las grandes noches en la historia del club, porque son conscientes de que los partidos se ganan en el césped, pero también desde la grada. La afición realista jugará un papel que puede ser decisivo. Ya lo sufrió en la ida copera en Sin Moix y en la ida de Champions en París. Notó la presión de las aficiones rivales, que llenaron sus campos. Ahora les toca a ellos, a los aficionados realistas, los que deben convertir el Reale Arena en una caldera que lleve en volandas a sus jugadores, que noten su aliento, que les den ese impulso que les haga llegar a ese balón que se escapa cuando las fuerzas flaqueen. El club ayudará con acciones especiales en las que ya trabaja: recibimiento especial, aplaudidores, tifos, mosaicos, animación en el calentamiento, juegos de luces… La Real quiere aprovechar todo lo que pueda el factor campo que tiene de su lado en dos citas con las que quiere entrar en la historia. La Copa y la Champions le esperan. Este viernes contra el Villarreal puede ser el ensayo general. Ganar será el primer paso. Todo suma.