El Real Madrid, protagonista en las celebraciones del Barça
“¡Madridista el que no bote!”, fue uno de los cánticos más jaleados en las gradas durante la fiesta del título, con los jugadores saltando en el campo.
El FC Barcelona celebró por todo lo alto el campeonato de LaLiga. Ni tan siquiera la derrota ante la Real Sociedad (1-2) empañó la exaltación de barcelonismo que se vivió nada más acabar el partido. Al grito de “¡Campeones, campeones!” por parte de las casi 90.000 gargantas, que se dieron cita en el coliseo blaugrana, empezó la fiesta, mientras el capitán Sergio Busquets subía al palco para recoger la copa de LaLiga de manos del presidente de la RFEF, Luis Rubiales.
Cuando bajó Busquets al campo, con la copa bien agarrada, se vivió una segunda explosión de alegría, con el Camp Nou inundándose de confetti, mientras que el resto de la plantilla esperaba al capitán para hacerse la foto que ilustrarán todas las portadas deportivas.
A partir de aquí llegó el momento de mantear a Xavi Hernández y de recordarse del Real Madrid. La Grada d’Animació, que ya durante todo el partido se había cebado con el club blanco y el Espanyol en sus cánticos, empezó a corear el tradicional ‘¡madridista el que no bote!” que levantó a todos de las gradas, incluido en el palco, y hasta los jugadores empezaron a saltar, uniéndose al cántico. Luego hubo otras referencias al club blanco por parte del Grup d’Animació, pero no tuvieron tanto éxito.
Los jugadores, acompañados del staff y resto de empleados del club, dieron la vuelta de honor por el campo, con el trofeo llevado en volandas. Especialmente motivado se le vio a Robert Lewandowski a la hora de arengar a los aficionados, mientras que Busquets y Alba paseaban visiblemente emocionados. Raphinha, tenido de blaugrana en su cabeza, también fue de los más activos. Sorprendió la presencia de Julián Araújo y su cabello rosa, fichado este invierno, no puede jugar en el filial ni en el primer equipo al haber llegado tarde su inscripción.
Durante la vuelta de honor, los jugadores tuvieron una especial atención a la Grada d’Animació, uniéndose a sus cánticos y hasta yendo a la grada, en el caso de Sergio Busquets, para coger el micrófono y corear uno de sus célebres himnos.
Después llegó el momento en que los familiares y los niños de los jugadores saltaron al terreno de juego para hacerse las fotos correspondientes, siempre con el trofeo de LaLiga como principal protagonista.