El Racing se vuelve a topar con el problema del gol
Mejoró mucho la efectividad cara a gol con la llegada de José Alberto, pero en los últimos partidos ha bajado casi a la ratio que tenía con Romo
“Hay que llegar a la portería rival con muchos jugadores. Nuestra tarea es mejorar el déficit goleador, diez goles en 20 partidos es una cifra muy escasa. Hemos analizado porqué sucede y nos toca corregirlo. Nada más llegar a Santander para sustituir a Guillermo Fernández Romo, José Alberto López detectó el que a su manera era el gran problema del Racing, que en aquel momento estaba en descenso y llevaba cinco derrotas seguidas: el gol. Marcar un tanto cada dos partidos no daba para la permanencia, incluso con los buenos números defensivos que presentaba Romo. Y se puso manos a la obra. Y lo mejoró. Solo tardó siete partidos en marcar los mismos diez goles que hizo Romo en 20, triplicó el cociente goleador. Pero eso ya no es así. Y el asturiano se ha vuelto a remangar.
“¡Goles..., quiero goles!”. En más de una ocasión a lo largo de los diversos ejercicios del entrenamiento de esta mañana en El Sardinero, el ovetense insistía a sus rematadores de la importancia de marcar desde los entrenamientos. No debió quedar satisfecho porque al término de la sesión colectiva se llevó a los atacantes, los cuatro delanteros centros, Baturina, Gassama, Matheus y Cedric, los mediapuntas Pombo, Peque e Íñigo Vicente y los extremos Sangalli y Yeray a portería del fondo sur para que machacara a disparos a Parera y a Ezkieta durante 20′ de propina. “¡Goles, quiero goles!”.
En los tres últimos partidos, empates con el Huesca y el Lugo y derrota frente al Levante, el Racing solo ha marcado dos goles, uno de penalti y otro de cabezazo a la heróica en un saque de esquina en el 97′. Valen igual que las grandes jugadas, permitieron sumar dos puntos, pero no sirven para despejar la sensación de que en las últimas jornadas el equipo de José Alberto llega menos, llega peor y llega con menos gente al área rival. Justo el problema que su entrenador señaló como la clave de las derrotas con el anterior técnico. Y sin que los cuatro delanteros vean puerta. Baturina no se maneja bien cuando no hay espacios, Matheus ha sido adelantado por los otros nueves y ya entrena muy a menudo en banda (y jugó ahí los minutos que tuvo contra el Levante), Gassama parece ya solo un plan C, balones a la olla en los últimos minutos, y Cedric es el único que parece progresar..., pero parte desde muy atrás debido a la operación que sufrió de una hernia discal cervical y que le ha roto la temporada. Está mejor, José Alberto le da más minutos, pero Cedric, que es de los que crece cuando se siente importante, necesita marcar.
Lo que no ayuda en absoluto a mejorar la relación con el gol es la lesión de Jordi Mboula, autor de seis tantos en los primeros diez partidos de José Alberto (que le dio su espacio y le modificó la manera de terminar las jugadas, siempre hacia los palos y no buscando el centro desde la línea de fondo). Pero no es solo su faceta goleadora. Hoy, Jorge Pombo reconocía que “sí que es verdad que con la lesión de Jordi nos cuesta un poco más atacar el espacio. No tenemos tantos jugadores que rompan a la espalda de los defensas, pues habrá que intentar hacerlo de otra manera, de intentar meter los balones por otro lado..., y jugadores que no tienen esa característicar de romper a la espalda, tendrán que hacerlo”. Tan cierto el análisis como que es más fácil decirlo que hacerlo. Tanto Yeray como Sangalli, que son los que pueden ocupar el extremo derecho, tienen otras características: la piden al pie, no al espacio, y siempre buscan combinar hacia dentro. Tampoco el propio Pombo, que hoy ha entrado casi todo en banda, o Íñigo Vicente, o incluso Matheus (también entrenando por fuera en las últimas sesiones), tienen esas cualidades. Lo más parecido a Mboula, en cuanto a perfil, que tenía el Racing en la plantilla era Marco Camus. Pero ya no lo tiene.