El puñal del ‘matagigantes’ apunta ahora al Athletic: “Estamos listos para otra fiesta”
Omar Ouhdadi le marcó al Oviedo y al Girona para que el Ourense dejara a dos ‘Primeras’ fuera de la Copa. Sacarse el carnet de conducir hizo que el extremo retomara el fútbol.


Que pase el siguiente. Y el siguiente es el Athletic, el tercer primera para el Ourense, el club de Primera REF que se ha convertido en el matagigantes de esta competición. El cuadro gallego suma un dos de dos, ha dejado ya en la cuneta al Oviedo y al Girona, dos primeras, y lo hizo con un denominador común. Omar Ouhdadi (Ouarzazate, Marruecos, 2000), el extremo izquierdo hizo el 3-2 que sirvió para profundizar la crisis del Oviedo en la prórroga de la Primera Ronda y definitivo el 2-1 al Girona para enturbiar aún más la temporada del equipo de Míchel, que se la pegaba también en la Copa del Rey. En ambos casos, el atacante salió desde el banquillo. Ouhdadi se explayó frente al Oviedo, ya que entregó la asistencia del 1-1 y asestó el golpe casi definitivo del 3-2 en la prórroga. Después, su compañero Bouzaig hizo el 4-2. Frente al Girona, Omar, habitual en la Liga, saltó al campo en el choque copero en el minuto 58 y seis después batía a Gazzaniga para liquidar el choque.
“Había tenido ya una antes, una clara que se me fue, pero en esa acerté y mis compañeros bromeaban después diciéndome que soy un jugador de Copa”, relata Omar a AS, sereno e ilusionado, nada más salir del gimnasio en el día libre de la plantilla, después de empatar contra el Barakaldo (2-2). “Íbamos ganando 2-0, fue una pena, hay que sumar para que el equipo se salve lo antes posible”, resume para que nadie se equivoque. La Copa es un caramelo, pero lo más importante es el Grupo de Primera RFEF.
Lo mejor es que la Copa no ha distraído al equipo. Entre el choque contra el Oviedo y la eliminatoria contra el Girona, el Ourense, que pasaba apuros en su grupo de Primera REF, encadenó cinco victorias y un empate, incluyendo el triunfo en la final de la Copa Federación frente al Orihuela, al que tumbó 3-0 en la final. Pero el Ourense no quiere quedarse con el apelativo de equipo copero. “El Oviedo fue un punto de inflexión, porque llegábamos con unas sensaciones no muy buenas, el equipo jugaba bien pero no ganaba en liga, todo cambió tras eliminar al Oviedo, incluso en la gente. La afición se vuelca, viene a los desplazamientos”, medita Ouhdadi, un extremo izquierdo al que el destino ha querido medirse con uno de los jugadores a los que admira, en el que se fija.
“Me fijo en Nico Williams...”
“Si juega Nico Williams, lo hará por la banda opuesta, jugamos en la misma posición. Es un sueño verle de cerca. Me fijó en él, en Vinicius, en Lamine… Intento aprender de ellos”, añade antes de analizar la situación del Athletic. “Como el Oviedo o el Girona, no llegan en su mejor momento, es algo que se puede aprovechar, jugar también el partido desde lo emocional, que no se sientan motivados por venir aquí. Pero es complicado, no dejan de ser un grande, pero no tenemos nada que perder, ese es nuestro peligro”, asevera.
Y hay otro punto que hace al Ourense más peligroso. “Venimos jugando toda la temporada miércoles y domingo por la Copa Federación y ellos han hecho un esfuerzo grande con PSG, Celta y ahora tienen que venir aquí, a O Couto donde espera una gente muy ilusionada; aunque eso no cambia lo que es el Athletic, un grande que juega la Supercopa, que es cierto que viene de jugar muchos partidos”, analiza. O Couto estará hasta la bandera y más.
Retomó el fútbol gracias al carnet de conducir...
Ouhdadi ha sido el puñal del ‘matagigantes’ de esta edición, pero hace unos años su futuro en el fútbol no estaba tan claro. Nació en Marruecos, pero se crio en España y comenzó jugar al fútbol más seriamente con 11 años. En su familia, el deporte siempre ha tenido un papel importante, su hermano Yassine, por ejemplo, es campeón paralímpico en 5.000. Con 15 años, Omar se marchó a Francia para dar continuidad a su carrera, pero la cosa no fue bien. Antes de la pandemia, decidió volver a España para… sacarse el carnet de conducir y eso fue clave.
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“Tenía el riesgo de que se me caducara el teórico y prefería sacármelo en España, donde ya controlaba el idioma. Tener las prácticas aquí. Yo ya apuntaba a aparcar el fútbol y dedicarme a los estudios. Volví a mi pueblo, en Tortosa, con la intención de ponerme a estudiar (tiene un grado medio en Comercio). Pero empecé otra vez en un equipo pequeño y hablé con mis padres. Quería seguir en España y continué con el fútbol”, enumera. Del Rapitenca pasó al Manresa, luego al Bergantiños y, por último, al Ourense. “Está claro que una competición como la Copa siempre es un escaparate y más si se nos da como se nos está dando; ahora estamos listos para otra fiesta, no tenemos nada que perder y la afición está volcada; saldremos a no regalar nada, sabiendo que contra estos equipos un mínimo error es fatal”, desea. No hay dos sin tres dicen… Ni para el Ourense ni para Omar Ouhdadi: “No hay ninguna locura pensada si pasamos, ojalá haya que darle vueltas a alguna”.
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