El Pucela sigue a puerta cerrada
A pesar del baño de multitudes el pasado sábado, Pezzolano ha decretado una nueva semana con entrenamientos privados para el equipo.
El Real Valladolid gracias a los últimos resultados se está postulando cada vez más a conseguir el objetivo que se había propuesto al comienzo de la temporada y ha hecho que la percepción del futuro haya cambiado incluso para los aficionados que tan reacios a la comunión han sido a lo largo de la temporada. De hecho en el partido del sábado se pudo ver como los aficionados disfrutaron del equipo, se acercaron a los jugadores y animaron sin descanso.
A pesar de todo esto, Pezzolano sigue con la norma que ha impuesto desde hace unas semanas y es aislar al grupo durante la semana y no permitir ni una sola sesión de trabajo con acceso para el público o la prensa. El técnico ya dejó claro tras el partido en Lezama que esa alegría de sus aficionados quedaba en segundo plano para él: “Lo más importante es que acaben contentos los jugadores y la gente que trabaja en el club que lo viene haciendo muy bien y ojalá logremos el objetivo para estar todos contentos al final”.
El plan de la semana se abrirá el martes tras la jornada de descanso del lunes y la cita es a las 11:00 horas, mismo horario que usará en las cinco sesiones antes de recibir en Zorrilla al Huesca el domingo a las 18:30 horas, partido correspondiente a la jornada 27. El técnico ya había tomado esta decisión en alguna ocasión durante la temporada, pero lo normal es que dejara la primera sesión a puerta abierta, pero hace unas semanas el incidente que tuvo con un aficionado al final del entrenamiento ha podido provocar que haya decidido aislarse en este tramo final de LIga.
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