El Pucela hará caja este verano
El descenso ha puesto en el escaparate de forma definitiva a varios jugadores que pueden dejar en las arcas un saldo positivo. Fresneda, Larin y Plata, en el mercado.
El descenso del Real Valladolid dibuja este verano un panorama distinto en el que el conjunto blanquivioleta tendrá que vender jugadores y hacer caja para tener liquidez, subir el límite salarial y contratar jugadores para un nuevo proyecto. En algunos casos son jugadores que hubieran seguido si se hubiera logrado la permanencia, pero jugar en Segunda es menos atractivo y pone a muchos en el mercado, bien por el interés de otros equipos o bien porque ellos no quieren asumir el descenso de categoría y por tanto de sus fichas.
Fran Sánchez ya comunicó que harán efectiva la opción de compra sobre Larin, extremo que ya han comunicado al jugador, a su representante y al Brujas, dueño de sus derechos. Como dijo el director deportivo es un jugador ahora mismo difícil de retener ya que sus ocho goles en 18 partidos más un par de asistencias le hacen un objetivo goloso. Tal y como informó José Ignacio Tornadijo en la Cadena SER, el Valencia tendría sus ojos puestos en el canadiense, aunque la economía del club valenciano no es la más boyante y su destino podría ser Osasuna que podría jugar en Europa la próxima campaña. Braulio, director deportivo del club navarro, sigue al canadiense desde hace tiempo y este invierno ya intentó llevárselo pero el Valladolid le ganó por la mano. Ahora la posición de Osasuna es bien distinta al tener su plaza europea (aunque esté por decidir) y sobre todo jugar en Primera. En cualquier caso, la operación de Larin dejará pingües beneficios al club de Ronaldo.
La ayuda que da la liga a los descendidos será esta vez para el Real Valladolid de sólo el 66% ya que acumula dos descensos en tres años y por tanto podría recibir alrededor de 10 millones por ese concepto lo que le obliga a vender más efectivos. Tras confirmarse el ascenso del Granada, el club nazarí tiene que pagar unos cuatro millones por Weissman y la permanencia del Cádiz hace que se tenga que quedar con Guardiola, lo que ahorra al club algo de su ficha.
Otro de los que lleva sonando tiempo para salir del Real Valladolid es Iván Fresneda que ya este invierno fue ‘colocado’ en una decena de equipos europeos y españoles y que en el inicio del verano, estas semanas, ya se habla de cifras astronómicas... rondando los 20 millones que, a todas luces, parecen demasiado altas. En cualquier caso parece que el internacional sub-19 tiene mercado abierto y es otro de los que dejarán dinero en caja para el Pucela.
También está en el escaparate Plata que no olvidemos disputó el último Mundial y con el Valladolid ha hecho esta campaña un gol y dado varias asistencias, aunque su brillo no ha sido el esperado, ni con el Pucela ni con la ‘Tri’ aunque también tiene cartel y por tanto es otro de los que podrían salir para engordar las arcas del club de Ronaldo Nazario.
Luego hay casos en los que las salidas también parecen evidentes, jugadores que tienen nombre, que son internacionales y que no querrán jugar en Segunda. Amallah es uno de los grandes fichajes de Fran Sánchez y se le echó de menos en el final de liga por estar lesionado; el marroquí también disputó el Mundial y tiene una clausula de rescisión baja, por lo que lo fácil es que se termine marchando; su compatriota El Yamiq ya ha descendido dos veces con el Pucela y tras su buen papel en Qatar, podría tener varias ‘novias’ detrás. Jugadores como Olaza, recién convocado por Uruguay en esta ventana FIFA, y Kike ya mostraron en el anterior descenso su escasa motivación para jugar en Segunda, ambos se fueron al Elche, y en esta ocasión y sabiendo que su ficha baja bastante, podrían buscar otros destinos en la categoría superior; de hecho en la última campaña en Segunda, Olaza estuvo hasta el mercado de invierno a las órdenes de Pacheta sin demasiadas ganas y sin jugar casi nada con lesiones constantes hasta que logró salir cedido al conjunto ilicitano.
En definitiva, el proyecto de Fran Sánchez está en gran medida supeditado a las salidas y a los ingresos que puedan generar para tener liquidez y subir el límite salarial de cara a configurar un equipo que luche por el ascenso inmediato aprovechando el efecto rebote como ocurrió hace dos campañas.
