El plan B se acerca al plan A

Fue en la temporada 2015-2016 cuando Casemiro se hizo definitivamente un hueco en el primer equipo del Madrid de la mano de Rafa Benítez. Llegaba a una plantilla en la que ya se encontraban Kroos y Modric, procedentes de Bayern y Tottenham respectivamente. Quizá en ese momento nadie tenía las expectativas de lo que podía suponer juntar a estos tres jugones en el medio del campo, pero la realidad es que han hecho historia. Cuatro Champions League o tres ligas han sido alguno de los títulos que ha conseguido el Madrid con alguno de ellos en el terreno de juego. Sin embargo, actualmente los tres han pasado la treintena, y, aunque todavía tienen mucho que aportar, han ido llegando jóvenes futbolistas para esta demarcación de un nivel muy alto.

Desde el club, sabedores de que los años pasan para todos y de que los tres tenores cada vez van a necesitar más descanso a lo largo de la temporada (en la que se juegan en torno a 50 partidos), llevan ya tiempo buscando recambios de calidad para esa parcela del campo. Camavinga, Valverde y Tchouaméni (recién fichado del Mónaco por 80 millones más 20 en variables) son los futbolistas llamados a romper la puerta y hacer que no se resienta el equipo cuando tengan que entrar en escena. También habría que incluir en este lugar a Ceballos, que no tuvo muchos minutos la temporada pasada, pero con el que cuenta Ancelotti si no llega alguna oferta interesante. En cualquier caso, son cuatro jugadores que no superan los 25 años y con un potencial increíble. A pesar de la proyección que se les presupone, todavía tienen cosas que mejorar si de verdad quieren aparecer regularmente en el once inicial.

Es cierto que los recambios tienen cualidades diferentes a Casemiro, Kroos y Modric. Mientras que los dos últimos han destacado durante toda su carrera por su buen trato con el balón en sus pies, sus relevos en los próximos años destacan más por su potencia física y por todo lo que abarcan sobre el césped. Esto también tiene que ver con el fútbol actual, un deporte en el que los jugadores físicos se están haciendo cada vez más imprescindibles en los equipos.

Valverde (23 años) es el jugador que más lleva en el equipo y que está más consagrado como un hombre importante para el técnico italiano. El uruguayo se ha ido haciendo poco a poco un hueco durante la temporada pasada hasta ser imprescindible en el mes clave. Aunque se le pudo ver como extremo derecho para explotar sus condiciones defensivas en algunos partidos, donde más destaca es en medio del campo. Camavinga (19 años) es un jugador que llegó el verano pasado y que ha demostrado cuando ha participado que puede llegar a ser uno de los mejores centrocampistas del mundo. Su exuberancia física y de su capacidad para llegar a cualquier parte del campo es envidiable. Por su parte, Tchouaméni (22 años), es considerado por el equipo campeón de Europa como un sucesor de Casemiro. Con una capacidad extraordinaria en la recuperación de balones, tendrá que adaptarse rápidamente a una liga de mayor nivel que la francesa.

En cualquier caso, el presente y el futuro de esta demarcación en el club blanco está asegurado. Es más, se puede decir que este año el Madrid tendrá uno de los mejores centros del campo del mundo, sino el mejor. El complemento entre la veteranía y la juventud vendrá muy bien a Ancelotti, que afortunadamente para él tendrá mucho donde elegir. Sólo falta que eche a rodar el balón.