El Molinón-Quini estará siempre en la memoria de Carlos Dotor
El gol al Burgos ha sido el primero del madrileño en el fútbol profesional y ha llegado después de “mucho tiempo sufriendo”, confiesa el centrocampista.

Su capacidad goleadora, pese a tratarse de un centrocampista, quedó fuera de toda duda en su etapa en el Real Madrid Castilla. Carlos Dotor consiguió 23 goles en tres temporadas en el filial madridista a las órdenes de Raúl González, diez de ellos en una sola temporada. El Celta se fijó en este medio con llegada y olfato goleador cada vez que pisaba y se lo llevó a Balaídos, donde disputó 17 partidos en Primera; después llegó la cesión al Oviedo. Sin embargo, en los 23 partidos que había jugado en el fútbol profesional no había logrado marcar. Pero ha sido suficiente poco más de un cuarto de hora en dos encuentros con el Sporting para recuperar esa habilidad para marcar.
El Molinón-Quini se quedará para siempre en la memoria de Carlos Dotor, porque ha sido en el estadio donde consiguió su primer gol en la elite del fútbol español. Fue en su debut ante la que al menos durante seis meses será su nueva afición. “Parece que el guion lo ha escrito alguien”, dijo el centrocampista madrileño en la zona mixta el estadio gijonés tras el partido ante el Burgos.
Dotor recibió el pase de Nico Serrano en el lugar que le había pedido y conectó en carrera un disparo certero que se estrelló en el fondo de la portería de Cantero. Después llegó una celebración “fruto de la emoción del momento”. El madrileño reivindicaba, señalando al suelo, el lugar donde se encuentra ahora y mostraba después la trasera de la camiseta con su nombre.
“Llevo mucho tiempo sufriendo. Vengo de una lesión en el pubis que me ha complicado mucho y coronarlo con un gol ha sido bonito. Llevo meses necesitando esa confianza que me han dado aquí Gerardo (García, director deportivo), el míster (Rubén Albés) y el presi (David Guerra)”, confesó Dotor, muy agradecido por el recibimiento que le dispensó la afición del Sporting. “Ojalá pueda darles más goles y, sobre todo, trabajo y rendimiento, aunque tengo que estar con los pies en el suelo”.
Este gol al Burgos tiene el sello personal de Carlos Dotor. “El que me ha seguido un poco sabe que he metido muchos goles así, especialmente en el Castilla”, recordaba el futbolista de 23 años. “Me gusta llegar al área con libertad y aquí la tengo”, añadió el centrocamposta, satisfecho por haber contribuido a conseguir un triunfo muy importante para el Sporting. “Al equipo lo veía con ganas y con cierta frustración en el buen sentido, queriendo ganar para cambiar la dinámica; por eso, esta victoria nos da la moral que necesitábamos”.
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