El Málaga se siente agraviado por las inscripciones de Dani Olmo y Pau Víctor
El Málaga expresa su malestar por la decisión del CSD de conceder la inscripción ‘cautelarísima’ a Dani Olmo y Pau Víctor. Se siente agraviado porque con él no hubo ninguna generosidad en las mismas circunstancias.
El Málaga, a través de un comunicado oficial, ha expresado su ‘perplejidad’ (forma edulcorada para decir que está indignado) por la ‘cautelarísima’ que el Consejo Superior de Deportes (CSD) ha concedido al Barcelona para que Dani Olmo y Pau Víctor puedan ser inscritos hasta nueva orden.
El club costasoleño se siente agraviado porque vivió una circunstancia similar de límite salarial sobrepasado, durante las temporadas 2019-20 y 2020-21. Por este motivo LaLiga no permitió la inscripción de Okazaki, José Rodríguez, Iván Rodríguez y Álex Mula. El delantero japonés, que era el fichaje estrella, manifestó que estaba dispuesto a jugar cobrando el salario mínimo (80.000 euros), pero el organismo presidido por Javier Tebas no lo permitió.
El cuadro de La Rosaleda solo pudo inscribir a 18 jugadores profesionales. El resto, canteranos. En michos partidos rozó la alineación indebida al juntarse siete con ficha profesional con cuatro filiales. Para colmo de desgracias, en el mercado invernal de la citada 2019-20 tampoco fue autorizado el fichaje del portero Raúl Lizoain, que se encontraba sin equipo.
Las cosas en el Málaga fueron de mal en peor, ahogado deportiva y económicamente y castigado por la deficiente gestión de Abdullah Al Thani, estuvo amenazado de ser expulsado de la competición como le pasó al Reus. El 20-2-2020 fue intervenido y la jueza, tras cesar de sus funciones a Al Thani, nombró a José María Muñoz administrador judicial del club.
La situación era desesperada. LaLiga advirtió a Muñoz que el Málaga corría riesgo de no terminar la temporada si no cuadraba los números a corto plazo. El milagro llegó gracias al inesperado traspaso de Antoñín Cortés al Granada por 1,5 millones de euros.
El equipo se salvó de la desaparición, pero pagó un precio muy alto. El administrador aplicó dos Expedientes de Regulación de Empleo (ERE) que afectó a futbolistas y trabajadores y el equipo tocó fondo con el descenso a Primera RFEF. Cinco años después, y aunque poco a poco va saliendo a flote, sigue intervenido por orden de la jueza María Ángeles Ruiz González. Por todo ello la benevolencia del CSD con el Barça ha devuelto estos malos recuerdos a un malaguismo que se siente agraviado. Lo expresaba con claridad Sergio Pellicer, entrenador del equipo: “las normas no son iguales para todos”.
Así lo razonaba. El técnico hacía esta comparativa. “Hay un antes y un después. En el antes, este club vivió dos años con 18 fichas profesionales, yo año y medio. Hubo un ERE deportivo, también a empleados. Sabemos lo que pasó. Nos equivocamos y cumplimos. El después, se va a marcar ahora. Las normas no son para todos igual. Hay un antes y un después de la decisión”.
Más análisis. “Yo puedo hablar del antes, de eso viví temporada y media, el club no podía inscribir jugadores por el límite. Es verdad que es cautelar, pero a ver qué pasa, se abre otra vía para todos, pero nosotros vivimos la mayor crisis de la historia del Málaga y mucha gente perdió su trabajo por el tema deportivo. Eso está ahí y tendrá que en estos 15 días tendrá que quedar absolutamente claro porque a todos los clubes puede marcarles”.
Comunicado oficial
Este es el comunicado oficial remitido por el club a través de sus medios oficiales. “El Málaga CF quiere expresar su perplejidad ante la resolución adoptada por el Consejo Superior de Deportes en los casos de Pau Víctor y Dani Olmo, jugadores del FC Barcelona. En el curso 19/20, el Málaga CF asumió la imposibilidad de inscribir a varios futbolistas por exceder el límite salarial. Las normas son claras, la Entidad falló y cumplió.
Las medidas correctoras no quedaron ahí, el MCF también fue obligado a competir con un máximo de 18 fichas profesionales durante dos temporadas y forzado un ERE deportivo que ya es historia de nuestro país, suponiendo un perjuicio económico y deportivo grave para el club. Cabe recordar que la entidad se encontraba en una situación financiera límite, obligada a una reestructuración profunda y con un serio peligro de desaparición. Solo un esfuerzo titánico de su estructura y el apoyo incondicional -una vez más- del malaguismo mantuvieron a flote al Málaga CF en uno de los capítulos más difíciles de su historia reciente.
Por todo esto, no es comprensible la inscripción de dos jugadores habiéndose incurrido una situación similar. Este antecedente pone en serio peligro la integridad de la competición. La rigurosidad de la norma debe ser equitativa para todos los participantes.
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LaLiga y la RFEF han mantenido una postura común, al igual que en el 2019, pero esta posición del CSD desautoriza a los organismos regidores al no tener en cuenta sus argumentos. Este contexto cuestiona el Control Económico -protegido por la Ley del deporte y con gran prestigio internacional- que es garante de la sostenibilidad de nuestro fútbol”.
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