Visto para sentencia el juicio por el presunto quebrantamiento de condena contra Joel Domínguez
Los hechos se remontan al 18 de marzo de 2023, cuando pertenecía a Las Palmas. Reconoció que agredió a Sara Guerra López y tenía una orden de alejamiento.
Los compromisos judiciales de Joel Domínguez, actual jugador del Unión Sur Yaiza, equipo lanzaroteño que milita en 2ª RFEF, continúan más de un año después. Resulta que este miércoles se celebró en la Ciudad de la Justicia de Las Palmas de Gran Canaria, en el Juzgado de lo Penal nº5, el juicio por el presunto quebrantamiento de condena, en este caso una orden de alejamiento por agresión, que tenía sobre la joven grancanaria Sara Guerra López. El mismo ha quedado ya visto para sentencia.
La vista, prevista para las 12.00 horas de este mediodía, comenzó con algunos minutos de retraso. El propio Domínguez declaró por videoconferencia desde Lanzarote, donde actualmente reside, y negó los hechos por los que se sentaba de nuevo en el banquillo. Mientras, por los juzgados de la capital grancanaria desfilaron la víctima y su madre, testigo del quebrantamiento, quienes declararon de manera presencial. También comparecieron, para dar su versión de los hechos la madre y la abuela del acusado. Como se indició anteriormente, el juicio quedó visto para sentencia y Domínguez, si es declarado culpable, se enfrenta a una posible pena privativa de libertad de entre seis meses y un año.
Todo esto tiene su comienzo en el pasado 7 de marzo de 2023, cuando Domínguez reconoció los hechos por los que fue denunciado en primera instancia, agresión a Sara Guerra, siendo sentenciado a una orden de alejamiento de la víctima que le impedía acercarse a menos de 500 metros así como la prohibición de tenencia de armas durante dos años, la cual continúa pesando sobre él. La primera parte de la condena ya no, pero sí que hubo un presunto quebrantamiento fechado el 18 de marzo del pasado año, prácticamente recién estrenada dicha orden de alejamiento. De estos hechos, juzgados este mediodía, fue testigo Mara López, madre de la víctima. La geolocalización de los terminales de los protagonistas podría arrojar también alguna clave.
Diario AS le puso, en rigurosa primicia en España, voz a las víctimas, entrevistando tanto a Mara López como a Sara Guerra, por entonces menor de edad. “Esto nos ha roto a todos nosotros; el ambiente en mi casa es terrible”, dijo López en este medio. Guerra, por su parte, reconoció que solo dos expertas opiniones externas le hicieron cambiar de parecer al respecto de su relación sentimental con su agresor: “Fue la Policía quién me abrió los ojos”.
Acuerdo imposible
El año pasado, Domínguez y su defensa legal intentaron pactar un acuerdo que liberara de cargas al joven aspirante a futbolistas. “Si aceptaba ese acuerdo con Joel Domínguez estaría vendiendo a mi hija y a todas las víctimas de malos tratos”, especificaba Mara López en Diario AS. La espera está a punto de acabar. El juicio ya lo hizo y solo queda conocer la sentencia.
Una vez saltaron estos hechos a la palestra, Las Palmas apartó temporalmente a Domínguez, que sin embargo en verano fue llamado a filas para hacer la pretemporada con el primer equipo, por entonces entrenado por García Pimienta. Tras unos días trabajando en la Ciudad Deportiva se le comunicó que no viajaría a Marbella para quedarse entrenando con el filial, lo cual parece que no digirió bien. Ante los desplantes e incomparecencias, el club tomó la decisión de prescindir de los servicios del futbolista. Desde entonces, Lucena o Lanzarote han sido sus destinos.
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