El Girona contrató para hacer ‘coaching’ a otra empresa de Enríquez Negreira

Sigue el lío con José María Enríquez Negreira, el exvicepresidente del Comité Técnico de Árbitros que, según desveló SER Catalunya, cobró del Barcelona 1,4 millones de euros por funciones de asesoramiento. Sus empresas están generando debate y ahora parece que ha salpicado al Girona. Aunque el caso es distinto. Según El Periódico de España, la entidad rojiblanca contrató en 2010 para llevar a cabo labores de “mental coach” a Soccercam S.L., una empresa de la que es apoderado Enríquez Negreira. Durante un año y tres meses en que estuvo trabajando para el conjunto gerundense, una de sus empresas facturó al club al menos 55.000 euros más IVA, gastos de desplazamiento y primas.

Eso sí, las labores de ‘coaching’ las realizó Javier Enríquez, hijo del ex número dos de los árbitros y que consta como socio de Soccercam en el registro mercantil. El Girona no tiene pensado realizar ningún comunicado porque los hechos son de 2010, se escapan a la directiva actual, y además, se apresuran a comentar que “no tiene nada que ver con temas arbitrales”. El contrato que consta en la entidad rojiblanca fue con el hijo, Javier, que sí hizo labores de ‘coach’ porque incluso estaba en el cuerpo técnico del primer equipo cuando se militaba en Segunda División. “No se le pagaba por hacer informes arbitrales, ni mucho menos. El sentido común ya dice que no tiene nada que ver, hacía de coach”, explican desde la entidad rojiblanca.

Según El Periódico, la relación contractual entre el Girona y Soccercam S.L fue entre septiembre de 2010 y noviembre de 2011. Durante la primera temporada, cobró mensualmente 3.000 euros más IVA, así como los gastos de desplazamiento y diferentes primas, por labores de ‘mental coach’. En la siguiente, se duplicó el sueldo hasta los 6.000 euros más IVA, pero el 5 de noviembre de 2011 se despidió, por carta, a un Javier Henríquez que llegó a trabajar con Luis Aragonéz, Jorge Valdano y Claudio Reinieri. Al finalizar su contrato antes de tiempo, la empresa demandó al Girona y, en un primer momento, el Juzgado de 1ª Instancia número 2 de Girona estimó íntegramente la demanda y condenó al club a pagar una indemnización de 63.700 euros por la rescisión anticipada del contrato, en una cantidad que correspondía a los meses restantes del contrato. Sin embargo, en un procedimiento posterior ante la Audiencia Provincial de Girona, el juez estimó que el Girona solo le debía lo que le dejó sin pagar, 7.080 euros (IVA incluido) de la nómina del mes de octubre y otros 1.180 euros por el pago de los cinco días de noviembre.