El Eibar aumenta su fe, pese a bajar seis escalones
La aparición de San José, que termina con números de playoff, ha sido clave para el subidón anímico de los armeros. Sin playoff, disfrutará de dos semanas más de descanso.
Con el proyecto a tres años vista finalizado, el Eibar entraba en una nueva dimensión en la categoría de plata. Ya no era el pez gordo de la Segunda División y la fuga de salidas en la plantilla le obligaba a reinventarse. Se apoyó en la cantera, reforzó aún más el sentimiento de pertenencia incorporando a jugadores autóctonos y a pesar de las dificultades económicas, acabó formando un equipo de garantías. Sin encontrar sensaciones en el juego, pero con una gran suficiencia para sacar los resultados adelante, los pupilos de Joseba Etxeberria, por aquel entonces, iniciaron el curso de la mejor manera posible. Sin embargo, la falta de regularidad les abocó casi al descenso. Para frenar la caída, San José se hizo con los mandos de la nave en el mes de febrero y desde ahí su trabajo ha sido tangible. Tanto en puntos como en sensaciones.
De los 15 partidos dirigidos hasta la fecha, el técnico donostiarra solo ha conocido la derrota en dos de ellos: Mirandés y Levante. Si frente a los jabatos, la pierna de Panichelli en el 90’ trituró todo su trabajo realizado tras estar más de una hora con un jugador menos; en casa granota, un penalti a diez minutos del final hizo que el Eibar despidiera de manos vacías la temporada. Aunque dicha tarde nunca empañará la meritoria recta final del curso de los armeros, que acabaron con números de playoff. Solo los dos ascendidos, Real Oviedo y Mirandés, lograron terminar la campaña con mejor puntuación. De manera que la parroquia eibarzale lamenta dar por finalizado el curso. No obstante, los 11 puntos que separan al conjunto guipuzcoano con el Almería, sexto clasificado, harían que la diferencia fuera costosa de reducir.
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Después de tres años luchando por ascender vía playoff, el Eibar vivirá su primer curso en la categoría sin unas eliminatorias que acometer. Lo que les permitirá iniciar la campaña en las mismas condiciones que la mayoría de sus oponentes, ya que en el pasado, su descanso comenzaba dos semanas después de cerrar la competición. Ahora, con la categoría certificada, su margen de maniobra es mayor, tanto para iniciar la pretemporada como para atar ciertas llegadas. Fichajes que irán enfocados en aumentar sus registros realizadores. Respecto al curso pasado, los armeros han anotado 28 dianas menos. Sin Stoichkov ni Aketxe sobre el verde, toda la responsabilidad goleadora ha caído en manos de Jon Bautista, quien tampoco ha igualado sus cifras del año anterior: 11 tantos por los 17 de la temporada 23/24. Aun así, su renovación refuerza un proyecto que no ha hecho más que comenzar, porque a falta de números, la fe se mantiene más viva que nunca en Ipurua.
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