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FC BARCELONA

El cumpleaños más cruel de Xavi

Pocos minutos después de quedar eliminados de la Copa del Rey, el técnico egarense cumplía 44 años. Sin duda, la celebración más amarga de su vida.

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Soccer Football - Copa del Rey - Quarter Final - Athletic Bilbao v FC Barcelona - San Mames, Bilbao, Spain - January 24, 2024 FC Barcelona coach Xavi reacts REUTERS/Vincent West
VINCENT WESTREUTERS

Ningún festejo, ninguna celebración, caras largas, rictus de preocupación, decepción general, algunas palabras de consuelo y poco más. De esta forma tan cruel alcanzó Xavi Hernández los 44 años. No habían pasado ni cinco minutos desde que el equipo cayera eliminado en la prórroga en San Mamés, cuando se superaba la medianoche del miércoles. La que tenía que ser una jornada de festejo y alegría se transformó en un auténtico funeral: el equipo había dejado escapar el título que tenía más al alcance y por ende certificaba el estado de alarma general en el club.

Xavi no estaba para celebraciones ni aniversarios. Tras felicitar a sus pupilos, asegurándoles que podían estar “muy orgullosos” y “salir con la cabeza bien alta” pese a la derrota, afrontó una de las ruedas más difíciles desde que se sienta en el banquillo del FC Barcelona. El técnico se abrió en canal, reconociendo que su futuro está claramente en entredicho, hasta el punto de augurar una hornada espectacular de jugadores jóvenes, “esté yo o no como entrenador”.

En el viaje de vuelta tampoco hubo tiempo para festejos de ningún tipo. Si se hubiera ganado, el delegado Carles Naval tenía preparadas varias botellas de cava para festejar por todo lo alto el pase a las semifinales de Copa y el aniversario del entrenador, pero todo quedó anulado, tras constatar la derrota de los blaugrana. El horno no estaba para bollos.

El equipo se entrena este mediodía, a las 13 horas, en una sesión que se espera especialmente dura, más a nivel anímico que físico, ya que llega tras haber tirado por la borda la Copa del Rey. No se espera ningún tipo de celebración, ni soplo de velas ni nada de nada. Si se hace algo, será en la absoluta intimidad para no herir las sensibilidades de la afición. Una afición, por cierto, que el sábado tendrá la oportunidad de dictar sentencia en el partido que jugará el Barcelona ante el Villareal en Montjuïc.

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