El caso Vitor Roque se enroca

Vitor Roque tiene los días contados en el FC Barcelona. Su situación es tan clara como transparente: ni cuenta para Xavi Hernández, ni ahora ni a corto plazo. Los datos son incontestables: en los últimos cinco partidos ha ‘chupado’ banquillo y ni tan siquiera ha salido a calentar. Y eso con el agravante que Robert Lewandowski ha sido sustituido en alguno de ellos, pero ni así los técnicos han considerado que el joven delantero brasileño era la mejor solución. Ante la Real Sociedad se volvió a plasmar este ostracismo: el polaco salía del campo en el minuto 76, pero entraba Ferran Torres. La excusa que dio Xavi, tras el partido, es que Roque había tenido un fuerte golpe en el tobillo durante el entrenamiento del domingo, pero lo cierto, según fuentes consultadas por AS, es que se trataba de un problema muy menor que en ningún caso le hubiera impedido jugar si Xavi lo hubiera considerado necesario.

A nadie se le escapa que el futuro de Roque está lejos del FC Barcelona. La única duda es si su salida será en forma de cesión o de traspaso. En Portugal ya han aparecido las primeras informaciones sobre el interés del Oporto en hacerse con los servicios del delantero, en forma de cesión, mientras que en Italia también apuntan al Inter. En todo caso, su agente, André Cury, fue muy claro hace una semana en una entrevista a ‘Rac1′ al asegurar que su cliente no aceptará la fórmula de la cesión, por lo que “o se queda o se vende”.

La respuesta de Xavi al ultimátum de Cury también fue inapelable: “No contesto a representantes”. Así pues, parece evidente que el caso Vitor Roque toma una nueva dimensión, con cruces de declaraciones y amenazas veladas. Además, desde su entorno, se ha filtrado que el jugador está totalmente abatido, que no tiene prácticamente comunicación con Xavi -desde el entorno del técnico se ha negado también la mayor- y que no entiende las prisas para traerlo al Barcelona.

Así pues, a día de hoy, lo único que está claro es que Roque no es la solución a nada y sí un problema en todo. Su fichaje en enero ya llegó envuelto en la polémica: el delantero costaba 30 millones en fijos y 31 en variables, cuando Xavi intentó de todas las maneras posibles fichar a Martin Zubimendi en verano por 60 millones, pero el club le dijo que era imposible. Seis meses después no sólo era asumible esa cantidad, sino que se hacía con alevosía y nocturnidad, ya que nunca tuvo el plácet de los técnicos.

Su debut fue el 4 de enero contra Las Palmas (1-2) donde jugó 8 minutos. A partir de aquí fue sumando partidos a cuentagotas, con un momento especialmente álgido a finales de enero, donde logró marcar dos goles de forma consecutiva (Osasuna y Alavés), siendo incluso titular en el siguiente (Celta). Pero a partir de aquí ha ido desapareciendo del mapa hasta acumular cinco partidos sin saltar al campo. De hecho, ni se estrenó en la Champions en las dos eliminatorias que se disputaron. Su último encuentro con la camiseta blaugrana se remonta al pasado 13 de abril en Cádiz (0-1), donde además fue titular, jugando 62 minutos. A partir de ahí, cinco partido (PSG, Real Madrid, Valencia, Girona y Real Sociedad) en la ignominia más absoluta.

En el club ya no esconden tampoco que si llega una oferta de 40 o 45 millones, se contemplaría el traspaso. Y es que los informes que han servido los técnicos a la Comisión Deportiva dejan pocas dudas de que Roque no es jugador para el FC Barcelona y que su perfil no es el idóneo para competir por un puesto en la delantera blaugrana.

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