El capital del capitán
La importancia fundamental de Viera para el proyecto de la temporada que viene de Las Palmas.
Entreabría la caja de Pandora Miguel Ángel Ramírez en su pasada rueda de prensa cuando comentaba que “recibí una llamada de un presidente de un club muy importante, interesado en Jonathan Viera. O sea que yo podría valer batir otro récord, vender por tercera vez a Jonathan”, comentaba el máximo mandatario ante los medios.
La pregunta de Pablo Checa, Diario AS, en dicha rueda de prensa hacía referencia al interés creciente por Alberto Moleiro, una de las perlas del equipo canario en una era tan propicia para las nuevas de las figuras emergentes en el mundo del fútbol.
Sin embargo, la respuesta del presidente acabó girando hacia la figura de la U.D. Las Palmas, Jonathan Viera, abriendo una posibilidad que pronto el mismo Miguel Ángel Ramírez se encargó de cerrar. “Ya adelanto que no lo voy a hacer. Jonathan Viera es intransferible, no solo porque lo dice la Unión Deportiva de Las Palmas, sino porque él también lo dice. Él de aquí no se mueve, quiere llevar este equipo a Primera División”.
El mercado puede dar muchas vueltas, pero ese deseo de Viera verbalizado por Ramírez venía en consonancia de lo dicho por el propio jugador hace apenas unas semanas, “está claro que tenemos mucha ilusión este año para meternos entre los seis primeros y pelear por subir. Si no nos metemos está claro que sería una desilusión. Fracaso no porque si no lo hacemos, lo vamos a intentar el año que viene. Y si no es el año que viene, será el próximo o el otro, hasta que lo consigamos”.
La importancia de Viera es capital en el actual equipo, algo que destacan dentro de la caseta. El técnico amarillo en su última rueda de prensa dría de él que “es como cuando el Barça tenía a Leo Messi. El juego va hacia ese jugador porque lo acapara, porque todo el mundo lo busca porque es quien marca diferencias y te tienes que aprovechar”.
Algo que va en consonancia con declaraciones de sus propios compañeros, el mismo Raúl Navas comentaba de él tras la vuelta después de su lesión en el pie “refleja la ambición de un futbolista porque se rompe el dedo hace prácticamente veinte días y está con ganas de volver. Dice que la exigencia que se pide a sí mismo y eso nos transmite al grupo”.
Su carácter y su mentalidad de exigencia se constataron en la previa ante el Oviedo. “Es muy complicado acostumbrarse a ganar. Por eso hay muy pocos equipos que ganan prácticamente todo y los demás no ganamos tanto porque hay muy poca gente que se acostumbra a ganar. Se los digo siempre, es jodido ganar y ganar y ganar y llegar el siguiente fin de semana y estar con la mente puesta en volver a ganar porque la mente se relaja, eso es ley de vida”, confesaba el número 21 de apellido Viera, y no Aragonés.
Una vez establecidos los objetivos para la temporada 22-23, “conseguir los 50 puntos lo antes posible. Si hacemos las cosas bien, conseguiremos los 50 puntos con tiempo suficiente para intentar consolidarnos en playoff. Y si lo hacemos rematadamente bien, tendremos tiempo suficiente para consolidarnos entre los puestos que te dan derecho al ascenso directo”, como informaba Miguel Ángel Ramírez la semana pasada, no cabe duda que un proyecto con Jonathan Viera acelera la consecución de la hoja de ruta.
El jugador, a pesar de su lesión en la primera parte de la vuelta de semifinales de promoción, se destacó como el gran puntal amarillo y una de las grandes figuras de Segunda, gracias a sus 14 tantos, de los cuales 6 fueron en los 6 últimos partidos. Pero que además hay que añadir las sietes asistencias que repartió el mediapunta.
El capitán evolucionó al dinamismo dentro de la estrategia, se movía de manera orgánica dentro de la estructura de García Pimienta, sin una posición fija, iba oscilando allá donde entendiese que mejor le venía al equipo. Y con ello se movía alrededor, como la nave de Planet Express en Futurama que era capaz de mover el universo a su alrededor. En estos movimientos era clave la labor de jugadores como Kirian y Moleiro, socios habituales de Viera.
Valga como ejemplo el partido ante el Oviedo donde, el 21 combinó por ambas bandas, en casi el mismo número de veces, además de bajar a recibir y empezar el juego en varias ocasiones para crear superioridades. Algo que ha mantenido a lo largo de la temporada, cambiando en el tramo final su mayor tendencia a la banda izquierda.
Así pues, los amarillos tienen mucho recorrido de mantener a la gran figura de su plantilla la próxima temporada, un año que se antoja ilusionante para la afición amarilla.