Con el triunfo obtenido en el Villamarín, conviene detenerse en una serie de cuestiones diferenciales entre el Mallorca de esta temporada y el pasado reciente.
La primera de ellas es que se han conseguido dos victorias consecutivas (Real Sociedad y Betis), algo que no se logró en toda la temporada pasada en la que el equipo insular fue incapaz de enlazar dos triunfos seguidos. Además, en solo siete partidos disputados, ya se ha ganado dos veces fuera de casa (dos de tres desplazamientos), algo que la campaña pasada necesitó de las diecinueve jornadas lejos de la isla para conseguirlo.
Y por si faltaba algún detalle más, para que el equipo balear consiguiera la temporada pasada tres victorias, necesitó de toda la primera vuelta del campeonato.
Dicho todo ello, el actual entrenador Jagoba Arrasate no quiere entrar en comparaciones de ningún tipo: “Nunca haré ninguna valoración ni ninguna comparación, nosotros hemos heredado cosas muy buenas, pero tenemos también nuestra idea y para nosotros ganar fuera de casa a Leganés y Betis significa demostrar también que fuera de casa podemos ser competitivos”.
Por su parte, el centrocampista Dani Rodríguez, autor del primer gol ante los béticos, apunta que “hay un cambio de entrenador y un cambio de filosofía y lo que ayuda para esto son las victorias para seguir creyendo”.
Y en parte de lo que dice Dani, la filosofía, está la clave de este Mallorca.
En este equipo se ha producido un cambio de mentalidad como lo demuestra el partido en el Villamarín. Al gol del Betis le sucede inmediatamente el gol del empate porque el Mallorca no se queda especulando con el 1-0 a esperar a ver qué pasa. Se va arriba y al minuto encuentra el premio de la igualada.
Y no del todo satisfecho con ‘el punto’ que tiempo atrás se hubiera considerado bueno entrando en un conservadurismo que no siempre sale, el equipo lo sigue intentando. Ya advirtió Arrasate en la previa que quería ver a un “equipo valiente” y a fe que sus jugadores cumplieron. Tras el empate, en el resto de primera parte, y en la segunda mitad, las ocasiones de Navarro en dos ocasiones, el gol anulado a Darder por fuera de juego, un remate de Dani Rodríguez y el gol de Valery en el último suspiro, confirman que en el Mallorca se ha producido un cambio de mentalidad que convierte al equipo en más atrevido y valiente que conformista y conservador.
Y todo ello en un partido que llegaba marcado por las ausencias de dos jugadores clave, Muriqi y Asano, a los que no se echó tanto de menos como podía imaginarse en un principio.
Desde la temporada 2012-2013
Desde hace la friolera de doce temporadas, el Real Mallorca no sumaba 11 puntos en sus primeros 7 partidos.
Hay que remontarse a la campaña 2012-2013 con Joaquín Caparrós al frente del equipo mallorquinista que inicio esa liga con tres victorias, dos empates y dos derrotas, lo que le sirvió para sumar 11 puntos. Curiosamente, la temporada dio un vuelco total a raíz de una serie de lesiones y Caparrós ya solo sumó 6 puntos más en 16 partidos y fue destituido. Llegó Manzano en la jornada 24 y ya no pudo salvar al equipo que acabó descendiendo a Segunda después de 16 temporadas consecutivas en Primera.
A partir de ahí el Mallorca se ausentó de Primera división durante seis años, y otro más intercalado en la última etapa. Desde el regreso en la 19-20 Vicente moreno sumó 4 puntos en 7 partidos; Luis García Plaza sumó 8; y Aguirre en sus dos campañas completas sumó 8 en la 22-23 y 6 la pasada temporada en ese margen de los siete primeros partidos. El año que Aguirre llega a la isla y se hace cargo del equipo en la jornada 30, sumó 7 puntos en sus primeros siete partidos, de los 9 que dirigió.
De momento, Arrasate ha igualado la cifra inicial de Caparrós.
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