El cabreo de Altimira no deja indiferente a nadie

Sergi Altimira dejó una de las imágenes más llamativas de la derrota del Betis en Valladolid a momento de ser sustituido. El centrocampista catalán, pese a no ser ni mucho menos de los peores en el deficiente partido del Betis, fue el primer sacrificado por Manuel Pellegrini, lo que provocó que en su camino al banquillo ni siquiera mirara al entrenador, arrojara al suelo el abrigo que le ofrecieron y mostrara claros gestos de enfado una vez sentado en el banquillo.

Dicha actitud ha dividido en las redes a la afición bética. Lo cierto es que la mayoría afean la conducta del centrocampista catalán, que ya fue puesto en el foco tras el encuentro en Moldavia contra el Petrocub. Aquel día, cuando el equipo se dirigió a saludar a la afición tras un triunfo en otro mal partido, el centrocampista catalán no entendió las críticas de los aficionados desplazados, lo expresó con claros gestos y pidió a sus compañeros que no saludaran a la grada visitante.

Pero también tiene defensores Altimira, principalmente entre los más críticos con la labor de Pellegrini esta temporada, que pese a ser minoría también existen. Altimira es el tercer jugador con más minutos de la plantilla, entre otras cosas, por ser el único centrocampista que no se ha lesionado durante la plaga de lesiones que afectó al equipo hasta final de año.

Ahora está por ver cómo gestiona Pellegrini el asunto. Lo normal en un técnico de su experiencia es que pase página ante un gesto a mil revoluciones en un encuentro complicado, pero Altimira presenta cierta reincidencia en su conducta. En Barcelona se verá la solución.

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