El Betis, entre el desahogo y la precaución
El club anuncia una situación económica favorable en su Junta de Accionistas, pero avisa del problema que supondría no entrar en Europa.
El Betis celebra una Junta de Accionistas, a priori, tranquila, en la que el poder de los máximos accionistas, Ángel Haro y José Miguel López Catalán, queda fortalecido. Concurrieron 176.489 acciones, lo que supone el 75,11% del capital de la entidad, por lo que la Junta quedó constituida legalmente.
El presupuesto aprobado es de 185 millones de euros, muy ligado a la clasificación europea y a lo que pueda hacer el equipo de Manuel Pellegrini en la Conference League de esta misma campaña. Un año más, las cuentas arrojan beneficios. Si los de la temporada pasada fueron de 170.000 euros, en esta ocasión el balance positivo crece hasta los 321.000 euros.
Se hizo especial hincapié en señalar que gracias a la reestructuración de la deuda, o lo que es lo mismo el préstamo pedido a Goldman Sachs, tanto el fondo de maniobra como el patrimonio neto es positivo. El resumen es que se apuesta por la contención del gasto para evitar el riesgo que supondría quedar fuera de Europa, apostar por la cantera y que la compra de activos siempre estén enfocados hacia la venta. Las cuentas quedaron aprobadas, como estaba previsto, con 162.793 votos a favor y 13.276 en contra.
Ante la acusación querer quedarse con el club a través de la ampliación de capital, el vicepresidente López Catalán lo negó: “Intentamos evitar la ampliación por todos los medios, nos hemos movido al máximo para que entrara el mayor número de accionistas posibles, hemos hecho un esfuerzo todos, en especial Ángel (Haro) y yo, pero sin la vocación de quedarnos con el Betis. Nuestra intención no es otra que la que seguir con nuestro proyecto de vida de hacer un gran Betis”.
a gestión del Consejo fue defendida por el presidente Ángel Haro: “La no clasificación para competición europea es un arma de doble filo que tenemos que saber manejar. Los ingresos por televisión no solo no van a crecer, sino que se avecinan nubarrones. Estamos optimizando los gastos y la reducción se verá en los próximos dos años. El gasto en plantilla en mi primer año fue de 43 millones de euros y en el pasado, de 105. Eso solo ha sido posible gracias a la ampliación de capital. Este año hemos vendido por 45 millones pero no podemos echar las campanas al vuelo. Los fondos propios siguen siendo negativos y el nivel de endeudamiento sigue siendo mayor del deseado. Por supuesto que es nuestro deseo mejorar la plantilla, pero muchas veces la mejora está en casa y no solo en la cantera”.
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