El Betis brilla sin los 'jugones'
Pellegrini encuentra una receta para que su equipo sea más vertical, intenso y protagonista sin la presencia de pesos como Isco o lo Celso.
La victoria del Betis ante el Atlético de Madrid supone un reto desbloqueado para Manuel Pellegrini. Su equipo fue capaz de mostrar su mejor versión de juego ante un rival que no había batido bajo su dirección en los cuatro años anteriores. La demostración de verticalidad y atrevimiento no fue acompañada de la eficacia suficiente para haber desarbolado al cuadro de Diego Pablo Simeone, pero sí bastó para encaminar un triunfo que refleja una nueva en Heliópolis: el plantel también responde a las exigencias sin los jugones. No están ni Isco ni Lo Celso en escena, pero la reconstrucción en el plan de juego multiplica las virtudes colectivas. “El primer tiempo fue lo mejor del Betis desde que yo llegué“, afirmó el propio Pellegrini. Casi nada.
Hay esperanza dentro del caos del actual proyecto verdiblanco. Las lesiones no acompañaron en este inicio de campaña y las sensaciones en Europa resultan muy lejanas a lo esperado tras sumar un punto en las dos primeras jornadas de la Conference League. Pero en Liga la historia es otra. Es el Betis de las dos caras. La que reflejó ante el Atlético tiene tintes de nueva. Por su intensidad y por su verticalidad ofensiva. Pellegrini admite la base del cambio: Sin creadores de juego como Lo Celso o Isco, debía tratar de sacar provecho del puñado de piezas con potencia que tiene en su plantilla. Ahí entra el ímpetu de Aitor Ruibal, la velocidad de Abde, el impulso de Vitor Roque o la locura de Chimy Ávila. Todos acompañados por el incombustible Johnny Cardoso a los mandos de una medular más agresiva que nunca.
¿Tendrá continuidad esta apuesta de juego de Pellegrini? Él considera que todo depende de los futbolistas que tenga a su disposición. Pero hay más brillo del esperado sin los jugones en liza. El equipo demostró carácter y unión hasta ser capaz de escalar en Liga hasta la zona europea conquistando El Sadar y venciendo al Atlético de Madrid. No hubo una manera más certera de levantarse al traspié del derbi contra el Sevilla. Ahora Pellegrini pretende instalar esta intensidad constante para convertir los duelos en invitaciones de vértigo. Sus primeras pruebas salieron bien. Tanto que plantean un dilema futuro cuando sus bazas de más talento regresen al césped.
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