El ‘bajón’ de Christensen

Andreas Christensen está atravesando su peor momento desde que está en el FC Barcelona: no ha completado ninguno de los tres partidos que ha salido titular, siendo sustituido además en dos ocasiones en el descanso (Getafe y Villarreal), no ofrece la seguridad y contundencia de antaño -quizás por culpa de unas molestias en el talón de Aquiles y el sóleo que arrastra desde hace tiempo-, y además no transpira confianza en su juego, con evidentes síntomas de falta de frescura en la salida de balón y rapidez a la hora de corregir.

Los técnicos están trabajando a destajo para recuperar al Christensen de la temporada pasada, pero parece evidente que la tarea será ardua. Y es que el fichaje de Ínigo Martínez, que recibirá el alta este fin de semana con el fin de poder debutar ante el Osasuna, y la inminente llegada de Joao Cancelo reducen sobremanera sus opciones de ser titular indiscutible.

El central danés se encuentra en una auténtica encrucijada, tras completar una temporada casi perfecta, que sólo se vio empañada por culpa de las lesiones. En este curso, sin embargo, las cosas se le han empezado a torcer desde el minuto uno. En el primer partido oficial -en el campo del Getafe (0-0), ya no salió en la segunda parte, al ser sustituido por Ezra Abde. El motivo es que el Barcelona jugaba con uno menos, por la expulsión de Raphinha, y Xavi quería una mayor capacidad asociativa, retrasando a Frenkie de Jong como central.

Una semana más tarde, contra el Cádiz en Montjuïc (2-0), tampoco acabó el partido. En el minuto 78 era sustituido por Eric Garcia. La excusa era porque el canterano estaba más fresco y podía dar un ‘plus’ en la salida de balón, ya que en aquel momento el Barcelona estaba aún empatando a cero.

Y en la tercera jornada otra vez fuera a la media parte. En esta ocasión, ante el Villarreal (3-4), tras haberse dejado el equipo remontar un 0-2, y tras dos pérdidas consecutivas de balón absurdas en los últimos minutos del danés, Xavi decidió darle descanso y ofrecerle la alternativa a Eric.

Hay que recordar que Christensen llegó al Barcelona con la etiqueta de ser un jugador de cristal y con problemas de confianza, tal como demostró en su última temporada en el Chelsea. Sin embargo, el primer año de blaugrana del internacional fue simplemente espectacular, con partidos antológicos y convirtiéndose en el artífice, junto a Ronald Araújo, de varios de los récords defensivos que logró el Barcelona en LaLiga.

Pero ahora esa seguridad y confianza han empezado a diluirse de forma alarmante. En estos tres últimos partidos ha demostrado una serie de carencias que empiezan a ocupar y preocupar en el vestuario. En todo caso, la confianza de los técnicos hacia el danés sigue siendo absoluta. Tanto es así que están convencidos que se trata sólo de un pequeño bache y que, cuando acabe de superar sus pequeñas molestias, volverá a sacar su mejor versión.