Atlético: a más delanteros menos puntería
A más delanteros menos puntería: el equipo rojiblanco remató 20 veces en Brujas sin gol, penalti incluido. En Sevilla también desaprovechó varias ocasiones clamorosas.
El Atlético lleva una Champions instaurado en la ley de Murphy: Si algo puede salir mal, saldrá mal. El conjunto de Simeone saltó al césped de Brujas con una marcha menos que su rival, extramotivado ante su gente y en una dinámica espectacular. Sin embargo, pese al dominio de juego y ritmo de los belgas en los primeros minutos, la diferencia estuvo en las áreas. Los delanteros colchoneros disparan con balas de fogueo y los rivales aprovechan los regalos defensivos para matar ante un Oblak que se ve fusilado en su área.
La tuvo Morata tras una gran asistencia de Nahuel Molina, pero su mano a mano se estrelló en un Mignolet de vuelta a sus mejores días, aquellas grandes noches en el Liverpool. El belga todavía no ha encajado ningún gol en la presente Champions y ante el Atlético demostró su gran estado de forma. Morata sí había definido bien en Sevilla ante Bono, pero también en el Pizjuán en la primera mitad había marrado dos ocasiones de oro. El trabajo no lo negocia, pero ya no encuentra la finura anotadora de la pretemporada y del inicio del curso, algo que lastra al equipo.
Si Morata no había acertado, Jutglà entró como Pedro por su casa por el área colchonera para asistir a Kamal Sowah, que únicamente tuvo que empujarla. El Atlético se marchó desnortado y perdiendo al descanso, y nada más salir en la búsqueda del empate se encontró de nuevo con una ocasión clamorosa del delantero español, al que sólo una gran mano de Oblak le dejó sin gol. Griezmann concentraba aproximaciones, Carrasco disparaba fuera, Nahuel tocaba en un defensa y se marchaba rozando la madera... Mientras, Simeone movía su banquillo. Correa había entrado en la primera parte por el lesionado Llorente, Cunha sustituía a Morata, João Félix a Carrasco... pero ninguno de los cinco delanteros encontraba el camino al gol, pese a que todos lo buscaron. Una fila de efectivos a priori espectacular, todos internacionales por grandes selecciones, pero con la puntería desviada.
Cunha sí entró con una marcha más, demostrando que está preparado para ser protagonista. Y hasta provocó un penalti... que Griezmann lanzó al larguero, al igual que había hecho en aquella dramática final de Champions de 2016 o en la fase de grupos contra el Bayern en aquel mismo año. Ay los penaltis y el Atleti. Entre medias del torrente de ocasiones visitante, Jutglà sí había aprovechado un nuevo regalo y balón suelto en el área para rubricar su partidazo con un nuevo gol. Otra vez, el equipo perdonado arriba y dando facilidades abajo.
Los datos hablan por sí solos. El Atlético remató 20 veces en Brujas, seis de ellas entre palos (dos Griezmann, una Carrasco, una Morata, una Correa y una João Félix) y varias rozando la meta. Según los datos de Atlético Stats, nunca había tirado tantas veces en Champions como visitante sin gol. Mientras, el Brujas únicamente necesitó tres chuts a portería (siete en total) para hacer sus dos goles y sumar tres puntos más en su espectacular fase de grupos. Ya en Sevilla el Atlético había perdonado una goleada, con las ocasiones clarísimas de Griezmann, Correa y Cunha para aumentar la ventaja. No lo necesitó por el buen rendimiento defensivo, pero en Champions no puedes perdonar arriba y, además, ser débil en la retaguardia. Da igual el rival. Si el fútbol es un juego de contundencia, en Brujas el Atlético no tuvo ni puntería ni juego y se complica sus opciones de estar en octavos.