El Athletic fundirá su hucha de 60 millones en dos años
El club alarma con que la inercia actual es muy negativa. Las altas fichas y la ausencia en Europa, claves
El Athletic es actualmente “uno de los clubes más solventes de LaLiga, con mucha diferencia”, si bien su “tendencia” es “negativa” y necesita “acciones inmediatas y contundentes” para paliar un “desequilibrio entre gastos e ingresos muy importante”. Así lo concretó el director general la entidad rojiblanca, Jon Berasategi, en un primer vídeo informativo de los tres que tiene previsto publicar el Athletic para trasladar a sus socios y socias “de una manera aclaratoria” la situación económica del club de cara a la asamblea general del próximo día 26.
En su exposición, Berasategi explica que el balance de los últimos diez años ha sido “muy sólido” y eso le ha permitido disponer de “un patrimonio neto de 103 millones de euros y unas provisiones de 60 millones”. “La capacidad de explotación del nuevo campo y el consiguiente crecimiento en número de socios, los 215 millones de euros ingresados por el abono de las cláusulas de rescisión de futbolistas y las clasificaciones europeas” son los tres factores que han dado al Athletic esa solvencia económica.
Con ello han podido invertir en “retener talento, en incorporar talento”, con un gasto en estos diez años de 106 millones de euros en captación de jugadores, y “en mejorar las infraestructuras”, concretamente 95 millones de euros entre San Mamés y las instalaciones de Lezama. “Pero esta foto de un balance solvente y saneado no nos debe hacer perder la perspectiva. La tendencia es negativa”, ha avisado.
“En las tres últimas temporadas, la reducción entre patrimonio neto y provisiones es de 110 millones. Es cierto que el club ha perdido 50 millones por la pandemia, pero el desequilibrio entre pérdidas y ganancias es muy grande y requiere acciones urgentes”, advierte. Según Berasategi el origen de esta tendencia, en cuanto a los ingresos, está en “la no clasificación para Europa” en las cinco últimas temporadas y en el reparto centralizado de los derechos de televisión.
En este último capítulo el director general concretó la diferencia entre la temporada 2018-19 y la 2022-23 que arroja un balance negativo de 10 millones de euros y añadió que por “implantación social”, al Athletic le correspondería “un 6%” del total de dichos derechos en lugar del 4,5 por ciento que percibe, lo que cifró en “unos 20 millones de euros menos”. En cuanto a los gastos, en los de personal se ha pasado de los 57 millones de euros de la campaña 2011-12 a los 116 de la 2021-22, un incremento que basó en “la coyuntura del fútbol, el cambio de fiscalidad, que supone 10 millones de euros más de costes, y el aumento de los gastos de amortización”.
“Es cierto que el Athletic tiene unas infraestructuras de nivel mundial y que somos competitivos, pero también es cierto que la cuenta de resultados del club esta sufriendo las consecuencias económicas del esfuerzo que ello supone”, subraya. Berasategi desvela que si se mantiene la inercia actual, la provisión de 60 millones “desaparecería en dos años” y se empezaría “a poner en riesgo el consumo del patrimonio neto”.
“Por eso debemos trabajar en un plan de acción que nos permita corregir esta inercia y equilibrar la cuenta de resultados. No únicamente adecuar los gastos a los ingresos sino incrementar la capacidad de generación de ingresos para que el Athletic pueda recuperar la senda económica sostenible”, concluye Berasategi. Aquí hay varios factores claves: lo principal es volver a competición europea para aumentar los ingresos, o si no habrá que bajar los salarios, vender jugadores o subir el precio de los abonos. La directiva deberá frenar el ímpetu habitual con las renovaciones y, ante este panorama, tal vez deberían haberse planteado la venta de Iñigo Martínez.