El Athletic debe aprender a proteger mejor su área
Es el equipo que más goles recibe cerca del meta: 91 por ciento. Solo ha encajado un tanto desde fuera y otro de penalti.
El Athletic tiene dos centrales que están brillando con luz propia: Yeray y Vivian. pero muchas veces está echando en falta la contundencia de Iñigo Martínez. Así, es el equipo con mayor porcentaje de goles encajados en el área en la Liga: un 91 por ciento. De los 23 tantos recibidos, 21 han sido dentro de la zona de influencia del portero. Sólo Kroos, con el Madrid el 0-2, ha marcado desde fuera. Y luego Unai Simón también ha sacado un balón de la red a tiro de penalti, de Oyarzabal con la Real Sociedad. El balance está ligeramente por encima del 88 por ciento de Almería y Espanyol. Eso no quiere decir que el sistema defensivo no funcione, ya que el Athletic es el tercer mejor equipo, tras el Barça y Celta, en la faceta de restringir los centros recibidos: 221 remates y solo 75 a portería.
El conjunto de Valverde tiene también una asignatura pendiente en ataque: el balón parado. Es el segundo peor equipo de la categoría en esa faceta tras el Barcelona: ha marcado dos de penalti y otros dos a balón parado, a saque de falta, lo que arroja un escuálido 12,9 por ciento en el global de las 31 dianas anotadas en Liga. El equipo azulgrana está en 8,9 por ciento y el líder en este apartado es el Rayo Vallecano, con 48,3 por ciento. Eso lo compensan los rojiblancos siendo el equipo más fuerte en la defensa del balón parado. solo han consentido un penalti y una jugada de estrategia (8,7 por ciento).
Otro aspecto del juego en el que trata de incidir Valverde, y antes que él Marcelino, es el acierto a portería. Aquí es de los peores de la categoría. El grado de precisión está por debajo de la mitad, en un 40,1 por ciento, solo Osasuna y Cádiz empeoran de esa cifra. De los 232 remates, 93 han ido a portería y 81 han sido interceptados. La Real encabeza esta clasificación, con un 55,3 por ciento de acierto. El ‘rock and roll’ de Valverde está sirviendo para meter goles, pero escasean ante los grandes y el equipo se hace pequeño fuera de casa (se ha ganado solo a ruinas como Elche, Cádiz y Valencia). Se anotan muchos, sí, pero ante los débiles y, por mucho que amontonen ante estos, solo suponen tres puntos. Ocho derrotas en 22 partidos son demasiadas.