El Almería busca un central y un pivote
Las necesidades de mercado en el conjunto rojiblanco se centran en esos dos puestos. Las operaciones pueden demorarse por la fortaleza negociadora del club.
Llegó el mes de enero, comenzó el nuevo año y acaba la Navidad. Todos esos ingredientes juntos marcan, en el mundo futbolero, el inicio de la ventana de fichajes de invierno. Un mercado muy poco atractivo para la gran mayoría de profesionales, pero que reactiva el ánimo coleccionista de aficionados… y directivos apurados.
Necesidad máxima es sinónimo de riesgo extremo. Los clubes que sueñan anhelan y rezan por la llegada de refuerzos, tienen como elemento común el estar lejos de sus objetivos y pretenden agarrarse a esas nuevas incorporaciones, para revertir problemas arrastrados desde el verano. Sin embargo, los clubes que afrontan este proceso con tranquilidad, pero sin darle la espalda a una buena oportunidad, corren el mismo riesgo de equivocarse si bien la repercusión sobre un grupo en dinámica favorable reduce la dificultad de la apuesta.
Y en este escenario se va a mover durante el presente mes la UD Almería. La plantilla rojiblanca necesita algunos retoques para mejorar aún más el rendimiento, y también tapar alguna carencia diagnosticada. El primer problema resuelto ha sido el del extremo izquierdo, con la llegada de Lázaro Vinicius. El brasileño se incorporó antes de nochevieja al cumplir su año de cesión en el Palmeiras, y el sábado ya entró en la convocatoria para el partido de Copa frente al Sevilla.
Pero las dos piezas pendientes tienen que ver con la estructura defensiva. Por un lado, Rubi necesita un pivote defensivo que palíe las ausencias por lesión de dos jugadores como Baba y Gui Guedes. El técnico se ha quedado con un único jugador para ese puesto, Dion Lopy, y aunque Lucas Robertone podría ser convocado ya para la visita a Córdoba superada su operación de hombro, la aportación desde el filial de un joven como Rubén Quintanilla, se antoja insuficiente para afrontar la durísima segunda vuelta de la Liga.
Y, por otra parte, la línea defensiva también requiere la incorporación de un central. La planificación inicial apuntaba a Chumi, Radovanovic y Kaiky como centrales naturales, mientras que Edgar iba a ser utilizado principalmente como pivote. Pero la realidad ha presentado otra situación. Chumi ha sido el único que ha mantenido el nivel durante todo el otoño, Edgar ha tenido que regresar a sus inicios dejando de lado su polivalencia, Kaiky ha entrado en rotaciones, pero sin continuidad, y Radovanovic ha estado desaparecido durante casi todas las 21
jornadas iniciales. Y esas aportaciones han tenido su reflejo en los números. El equipo comenzó la temporada concediendo demasiadas facilidades a los contrarios, y el registro de goles encajados ha sido excesivo para lo que se espera de un equipo con un potencial global tan grande. Aunque la situación se ha corregido en gran medida, Rubi sigue manteniendo la opinión de incorporar un central con jerarquía, experiencia y liderazgo, para armar la defensa a su alrededor.
El capítulo de nombres está bastante abierto y desde la entidad no se ofrece ninguna pista, aunque referencias externas apuntan a que el puesto de defensor estaría más encarrilado. Rodrigo Ely es el nombre más probable. El brasileño fue traspasado a Gremio de Porto Alegre en el verano de 2023 y ahora podría ser repescado. La relación entre la propiedad del Almería y el jugador es extraordinariamente fluida y cordial, y algunas referencias desde el entorno de la plantilla rojiblanca apuntan a que llegará más pronto que tarde. El problema principal es resolver el traspaso con el club brasileño puesto que el jugador tiene contrato hasta diciembre de 2025.
En cualquier caso, tanto la llegada del central como el centrocampista se puede demorar algún tiempo. Si hay necesidad, se tiene que resolver el problema con urgencia y eso, además de tener que disparar a la primera presa que se ponga a tiro, supone que el disparo necesitará perdigones, balas y cualquier tipo de munición disponible… es decir, inflación futbolística. Como el Almería tampoco está en ese punto, además de que sus criterios de negociación suelen estar en la horquilla entre fuertes y muy fuertes, se puede intuir que hasta que no llegue la deflación del objetivo, el acuerdo no se cerrará. Será, por tanto, un mes largo para los ansiosos coleccionistas de cromos.
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