Dos semanas para huir de la quema o caer en la hoguera

El Sporting se ha enredado en un problema grave del que tiene salida, pero no debe descuidarse. El equipo de Rubén Albés está a punto de cumplir una racha de cuatro meses en los que solo ha sido capaz de lograr una victoria o, lo que es peor, ha sumado solo 12 puntos de los 48 disputados. El conjunto se encuentra en el momento decisivo de la temporada porque afronta dos semanas casi definitivas para el desenlace del presente curso.

Solo cinco puntos separan al Sporting de las posiciones de descenso en estos momentos. Es la distancia que tiene con el Eldense, el rival en la próxima salida de los rojiblancos que antes afrontarán el próximo sábado la visita del Tenerife al estadio El Molinón. El conjunto isleño también está en descenso, ocho puntos por debajo del Eldense y a 13 del Sporting.

Tenerife y Eldense se presentan, por tanto, como la auténtica tabla de salvación para un Sporting que ha decidido pasearse por el alambre de la categoría. El equipo de Albés tiene dos partidos, por tanto, para huir de la quema o acabar cayendo en una hoguera que, ni de lejos, pensaba nadie en su entorno que podía acabar tan cerca.

Bien es cierto que el calendario será especialmente amable con el Sporting en la recta final de la temporada. Después de estas dos citas cruciales, solo el sorprendente Mirandés, metido en plena lucha por el ascenso, se presenta como rival de máxima dificultad para el conjunto asturiano. Será el visitante en El Molinón el Viernes Santo, el 18 de abril a las 19:00 horas. A partir de ahí, el camino se dulcifica de forma notable para este Sporting que aspiraba al ascenso al inicio de la campaña.

Cádiz, Castellón --ambos partidos seguidos fuera de casa--, Deportivo, Málaga, Cartagena y Racing de Ferrol serán los últimos rivales del Sporting en la recta final del campeonato. Cuatro equipos en la zona media de la tabla, sin aspiraciones de ningún tipo a día de hoy --y se presume que tampoco cuando llegue el momento--, y dos virtualmente descendidos para cerrar la competición. El último partido será, además, en El Molinón ante el conjunto ferrolano que dirige el gijonés Alejandro Menéndez.

El panorama no parece tan negro, por tanto, para el Sporting de Albés, un entrenador que, quizá por todo esto, no ha sido cuestionado aún dentro del club. Orlegi Sports tiene demasiados frentes abiertos como para pensar ahora en el cambio de entrenador, aunque las circunstancias puedan llegar a obligar a otra situación. Pero eso será si las cosas se complican aún más en estas dos próximas semanas.

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