Diez razones para el desplome del Almería
Bajos rendimientos, malas decisiones, errores groseros y una fragilidad defensiva preocupante, claves en la debacle del equipo rojiblanco en 2025.
El nuevo año está siendo toda una pesadilla para la UD Almería. Pasar de ser 18º a liderar la Segunda División en mes y medio de competición, fue un logro brillante que ha pasado a convertirse en un vago recuerdo. Ahora el equipo ha sufrido una metamorfosis que le ha convertido en un equipo vulnerable, con poco carácter e incapaz de superar cualquier traba que aparezca en un partido. La explicación corta apuntaría a un breve e impreciso, “el equipo no funciona”. Una mirada ampliada encontraría otras razones.
1.- Fragilidad defensiva: Desde el primer partido el Almería ha sido un equipo débil en defensa. Recibir 40 goles en 30 partidos es un dato terrible solo empeorado por los 5 últimos clasificados, Castellón y Córdoba.
2.- Inconsistencia de la pareja de centrales: Edgar y Chumi han sido la pareja de centrales más usada, teniendo en cuenta que Edgar arrancó la liga como pivote. La competencia de Kaiky y Radovanovic ha sido inexistente hasta no hace mucho.
3.- Rotaciones constantes en el lateral izquierdo: Bruno Langa parecía el defensor zurdo titular, pero Centelles ha jugado 500 minutos más que su compañero. La irregularidad del mozambiqueño no ha ayudado a su continuidad.
4.- Falta de solidez en el centro del campo: Baba y Lopy pusieron los primeros ladrillos para la reacción en el mes de octubre, pero la lesión del ghanés generó un problema inesperado. Robertone, que fue operado; Gui Guedes, que fue operado también; Melero, mientras el cuerpo se lo permitió; Robertone, de nuevo tras su recuperación; Kaiky, como alternativa de urgencia; y Selvi, como fichaje invernal, han sido tiritas que no han podido tapar el abismo de una zona clave del campo
5.- Falta de profundidad en las bandas: Los perfiles ofensivos han sido guadianescos de manera constante. Con Pubill, Pozo, Arnau, Bruno y Centelles como únicos ocupantes del carril paralelo a la línea lateral del campo, sus ausencias o bajos rendimientos han cortado las alas al equipo.
6.- Bajos rendimientos: Hay casos razonables y otros más desesperantes. Los bajones puntuales de Lopy han sido groseros, pero muy aislados. Los de Nico Melamed y Lázaro Vinicius han sacado de quicio a los aficionados. El catalán comenzó siendo el mejor del arranque de curso, pero se ha disuelto desde octubre hasta la fecha. El caso del brasileño es distinto por cuanto llegó en enero de jugar poco en Palmeiras y Rubi lo quiso incorporar con minutos, hasta que fue insostenible su presencia en el once. Otros jugadores como Arribas, Baptistao, incluso Luis Suárez aparecen y desaparecen, si bien su calidad les hace destacar en momentos de mediocridad.
7.- Falta de eficacia: Durante la primera vuelta, la UD Almería se había convertido en un equipo letal. En 22 semanas, el equipo logró alcanzar una media por encima de los 2 goles por partido. Eso le hizo asimilar que un gol en contra era simplemente un dato estadístico sin relevancia en el resultado. Tras visitar El Arcángel, el equipo ha pasado a estar por debajo de 1 gol por encuentro. Ocasiones clamorosas marradas, intervenciones gloriosas de los porteros rivales y 15 balones a los palones en toda la liga, han hecho terrenal el ataque rojiblanco.
8.- Falta de intensidad: Es la criptonita del equipo. Todo comenzó en Albacete donde el equipo sintió que había ganado el partido solo entrando al vestuario del Carlos Belmonte. Allí le enseñaron que una cuadrilla de arquitectos acomodados difícilmente levantará un edificio. El equipo se dejó la confianza en La Mancha y desde ese día no la ha recuperado. Hasta hoy, entrar mal a los partidos, deambular por el campo sin alma, correr tarde a ocupar zonas inertes, desmoronarse ante un contratiempo, tomar decisiones equivocadas o infantiles y algún que otro despropósito más, está siendo el compañero de viaje que no es capaz de dejar atrás.
9.- Lesiones: Son cosas que no se pueden controlar, pero con las que hay que lidiar. Baba, Gui, Rachad y Chumi han sido los últimos en caer, pero previamente también Robertone, Melero y Marezi estuvieron en el dique seco. Especialmente el mediocampo se ha visto muy perjudicado.
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10.- Decisiones de Rubi: La principal mirada la hemos puesto en el terreno de juego, pero también el banquillo ha tenido su cuota de responsabilidad. Después de haber conseguido recuperar a un grupo muy hundido por el descenso del año pasado, y con una racha brillante e histórica, Rubi ha chocado con sus propios métodos. Intento utilizar la receta anímica que sirvió a Baba, Pozo y Arnau para repetirla con Nico y Lázaro, pero no ha tenido éxito… y ha costado demasiados minutos vacíos en sus posiciones. No ha sido capaz de mantener un once constante que el aficionado se terminara sabiendo de memoria, a pesar de las lesiones. Tampoco ha conseguido dotar al equipo de unos mecanismos estructurales de contención que fueran eficaces, y eso le ha llevado a no taponar la sangría de goles encajados. Le está costando conectar al equipo desde el comienzo de los partidos y, durante los mismos, en ocasiones se percibe una cierta falta de reflejos para variar el rumbo del choque.
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