De los pitos a Olmo a la ovación a Laporta y gritos de ‘Messi, Messi’
La metamorfosis del público local fue absoluta porque pasó de silbar al jugador egarense antes del calentamiento a rendirse a la exhibición del Barcelona. La celebración, una locura


En Arabia Saudí hay pasión por el fútbol. No tiene nada que ver a lo de Qatar, por ejemplo, donde se intenta alimentar de forma artificial el seguimiento al deporte rey, con muy poco éxito a decir verdad. En Yeda, como en Riad, la gente va con las camisetas de sus equipos y en los partidos entre los cuatro grandes las gradas se llenan y presumen de mosaicos espectaculares. Para quien lo desee, que mire los vídeos, que valen la pena.
Un Clásico entre el Barcelona y el Real Madrid es seguido en todo el mundo. Presumieron de ello Laporta, el presidente de la RFEF, Rafael Louzán y también Emilio Butragueño. No es ningún secreto que en Arabia Saudí se tiene predilección por el conjunto madridista, que logró poner más gente en el estadio King Abdullah en las semifinales ante el Mallorca que el Barça en la suya contra el Athletic.
En la final, más de lo mismo, aunque sorprendió porque la proporción estuvo más pareja de lo que se podía esperar. Pero, pese a todo, la mayoría seguía siendo madridista. Quedó claro con la aparición de Dani Olmo sobre el césped antes del calentamiento, cuando le tocó escuchar algunos pitos; como si él tuviera culpa en todo el culebrón de su inscripción. Muy injusto.
El estadio vibró con el gol de Mbappé, pero también disfrutó de lo lindo con la obra de arte de Lamine Yamal, que animó al público alzando los brazos. A medida que transcurría la exhibición azulgrana, el ambiente en el estadio empezó a virar y se decantó por animar al Barça. Hasta el punto que Vinicius fue silbado cuando lo enfocaron en el videomarcador justo después de ser sustituido. También Florentino Pérez recibió algunos sorprendentes pitos mientras que Laporta fue ovacionado. El público acabó coreando ‘Messi Messi’, entendiendo que con ese grito aumentarían el dolor madridista.
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La celebración de los jugadores del Barcelona sobre el césped fue una locura. Lamine Yamal y Raphinha dieron la nota con sus gafas de sol mientras que los más jóvenes disfrutaban. Para muchos de ellos era su primer título. Tampoco olvidará el día de ayer Ter Stegen, que viajó expresamente para la final y pudo levantar su primer título como capitán del Barcelona. Todo le salió rodado al club azulgrana en Yeda, donde conoció el perdón a Olmo y Pau Víctor y logró sumar su primer éxito en la etapa de Hansi Flick al mando.




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